La fecha del 16 de Enero será difícil de olvidar para los militantes y simpatizantes del Partit Socialista de Catalunya, en este día se ha dado un paso más en la discrepancia que una parte de los dirigentes y la militancia vienen anunciando desde hace tiempo y más especialmente desde que Pere Navarro ocupa el lugar más alto en la cúpula del partido. Este 16 de Enero y a pesar de que en su programa electoral de los últimos comicios el PSC era partidario de que los catalanes pudieran votar optando si quedarse o no formando parte de España, este 16 de Enero, repito, 17 diputados representantes de la socialdemocracia catalana se han opuesto , junto con el Partido Popular y Ciutadans, a que el Parlament de Catalunya solicite al Parlamento español que en aplicación del artículo 150.2 de la Constitución se permita convocar un referéndum en territorio catalán por parte del gobierno presidido por Artur Mas.
Una parte de cargos y militantes del PSC no entienden el NO que la dirección del PSC ha obligado a votar a sus parlamentarios, se ha incumplido el programa electoral y se ha abandonado un campo, el del nacionalismo, en cuyas trincheras siempre ha estado dando la cara el socialismo catalán. El grupo parlamentario del PSC se ha roto en esta votación ya que no todos sus miembros han acatado las ordenes de la dirección, el primero en mostrar públicamente su desacuerdo fue Àngel Ros, parlamentario y alcalde de Lleida, que ayer mismo ante la tesitura de tener que votar en contra de sus convicciones dimitió como parlamentario aunque sigue como alcalde leridano. Hoy en la votación han sido tres los disidentes: Marina Geli ex Consellera de Sanitat, Joan Ignasi Elena, ex alcalde de Vilanova i la Geltrú y Nuria Ventura ex alcaldesa de Ulldecona, los tres han votado SI uniendo su voto al de los parlamentarios de CiU, ERC e ICV-EUiA. Además algunos de los que han obedecido la consigna de la dirección como Rocío Martínez-Sampere y Laia Bonet han anunciado su dimisión de los cargos que ostentan en la dirección del partido, aunque en este caso hubieran tenido que dejar los mismos antes del próximo lunes en el caso de que quisieran presentarse a las primarias para elegir candidato al Ayuntamiento de Barcelona.
En estos momentos un terremoto está recorriendo la sede del PSC en la calle Nicaragua donde las aguas bajan turbulentas y va a ser difícil que vuelvan mansas a su cauce. La dirección del partido ha pedido a los tres díscolos que entreguen sus actas de diputados antes del domingo, cosa que no creo hagan ya que cuentan con el apoyo de una parte del partido que no ve con buenos ojos la sumisión de Pere Navarro ante Rubalcaba, este apoyo ya se ha materializado en un manifiesto encabezado por tres ex Consellers: Joaquim Nadal, Montserrat Tura y Antoni Castells y seguido, de momento, por un centenar de cargos, militantes y simpatizantes del PSC, un PSC que, cautivo y desarmado, se ha rendido a las fuerzas del PSOE haciendo causa común con el Partido Popular y Ciutadans, esta es la foto que quedará para la historia.
Lo aprobado hoy no servirá para nada cuando en Marzo se discuta en el Congreso español que laminará el proyecto, por eso creo que al PSC no le hubiera costado nada adoptar la postura abstencionista desmarcándose así de las fuerzas de la derecha y el populismo. Pero las órdenes llegadas de Madrid no daban otra salida que el NO por dos motivos, primero porque el PSOE en el Congreso también votará junto con el PP la no autorización del referéndum y segundo porque el PSOE, en caída libre en las encuestas, quiere ganar votos en las demarcaciones de España aunque los pierda, todavía más, en Catalunya, y en España se ganan votos oponiéndose a los proyectos de los catalanes.
Pero de todo lo ocurrido en el Parlament catalán saco como reflexión que en los partidos políticos todavía falta mucha democracia interna, siguen mandando los “aparatos” de turno y mucha gente, que está en política para medrar, tiene tanto apego a su sillón que nunca se atreverá a discrepar de las ordenes y consignas de los que mandan. Aquella frase de Alfonso Guerra “El que se mueva no sale en la foto” sigue tan vigente como el día en que la pronunció y la prueba es que él no se ha movido y sigue saliendo en la foto desde hace decenas de años. Pere Navarro no ha querido moverse, quiere seguir saliendo en la foto aunque para ello ha sembrado el germen de la tensión entre los socialistas catalanes, germen que cada día irá en aumento cuando cada vez más tenga que votar junto con el sector unionista formado por un PP cada día más retrogrado y un Ciutadans que es pura demagogia popular.
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