Dentro de unos días entraremos en plena campaña electoral de
las elecciones europeas pero mientras se da el pistoletazo de
salida todos los contendientes ya han copado puesto en la línea de
salida y algunos han comenzado a intentar engañar y adormecer
con cuentos a los electores. El Partido Popular tardó en
decidirse a hacer público el nombre de su cabeza de lista, Arias
Cañete era el elegido desde hacía tiempo pero no le daban el
espaldarazo oficial con el fin de salvaguardarle de las críticas que
se le podían venir encima a un terrateniente y señorito andaluz
como el ministro de Agricultura del gabinete de Mariano Rajoy, más conocido como el “presidente plasma” por su
afición a huir de los periodistas.
En las campañas electorales casi todos mienten, especialmente
los candidatos de la derecha, la muchachada de la gaviota lo
hizo a troche y moche durante su campaña a las elecciones al
Parlamento español y las mentiras les llevaron al poder. Mariano
Rajoy y sus palmeros se hartaron de decir que el PP nos sacaría
de apuros y que con ellos en el poder los españolitos de a pie
atarían los perros con longanizas. Los votantes les creyeron y
les otorgaron un cheque en blanco simbolizado en esa mayoría
absoluta y absolutista que les llevó a Moncloa y a la mayoría de
presidencias de las CC.AA, ahora es la hora en que muchos de sus
votantes se sienten estafados por estos trileros de la política que
una vez llegados al poder se dedicaron a favorecer a sus “amiguitos
del alma” y a repartir prebendas entre sus fieles seguidores y las
empresas que les ayudaron a escalar los puestos de poder. Nunca
se había visto en España un escándalo de corrupción tan grande
como desde que el PP llegó al poder.
Ahora con trompetas y clarines Mariano Rajoy y sus “gaviotos” nos
anuncian una bajada de impuestos una vez pasen las elecciones
europeas, una escueta y magra disminución de impuestos que
apenas se notará en los bolsillos de la mayoría de contribuyentes,
ya que para el PP existen dos clases de “paganinis” de impuestos,
por una parte todos los que no tenemos posibilidades de
escaquearnos por tener nuestros ingresos controlados mediante la
correspondiente nómina y por otra esos íntimos amigos del poder
que mediante la ayuda de expertos asesores fiscales y financieros
les ayudan a evadir impuestos, incluso a veces aprovechando la
legalidad que les ofrece en bandeja el Gobierno de Rajoy. Desde
que el PP manda en plaza los impuestos subieron 30.000 millones
de euros, ahora nos enseñan el triste caramelito de rebajar 2.000
millones para intentar ganar las elecciones europeas mientras no
tienen la valentía de obligar a esa banca rescatada con nuestros
impuestos a devolver el rescate ahora que vuelven a ganar dinero
a espuertas. A cada uno de nosotros estas bromas del rescate
bancario le ha costado 9.500 euros que han servido para que
los bancos alemanes recuperaran el dinero que, alegremente,
prestaron a la banca española.
La muchachada de la gaviota, parapetada en Moncloa y en los
cómodos sillones del Consejo de Ministros vuelve a sacar a pasear
aquel eslogan aznariano de “España va bien”, pero no,
España, la España de a pie no va bien, sigue con problemas, la
reforma laboral del PP nos ha llevado a los casi seis millones de
parados, en estos momentos hay ya 600.000 hogares donde no
entra ningún tipo de ingreso y la deflación salarial en las rentas
bajas es galopante, y todo eso gracias a ese PP al que se le llena la
boca diciendo que “España va bien”, debe ser su particular España,
la de esos empresarios a los que otorgaron, otorgan y otorgaran
obra pública a cambio de suculentos donativos que han servido,
sirven y servirán para que la cúpula de mandamases del PP puedan
dedicarse al oneroso oficio de “sobrecogedores” además de
políticos.
Aznar afirmaba que España iba bien, ahora sus
conmilitones lo repiten hasta la saciedad para seguir engañando
al votante, pero no, España no va bien, especialmente para los
parados sin subsidio o con un subsidio de hambre, España no va
bien para quienes a pesar de tener un puesto de trabajo ven cada
día cómo éste se ha devaluado tanto que a pesar de trabajar han
caído en los parámetros de la pobreza, España no va bien para
los que sufren cada día y ven cómo la Ley de Dependencia que
les tenía que proteger cada día va reduciendo los derechos que
en el papel se les otorgan y, entre otros muchos, España no va
bien para los pensionistas que acaban de conocer que durante tres
años más su pensión tan sólo se verá incrementada en un 0,25 %
mientras el transporte, luz, agua, gas y teléfono suben cada año
incluso más que el IPC, pensionistas que miran con envidia a esos
políticos que les recortan sus míseras pensiones mientras ellos,
con tan sólo siete años de cotización, tienen derecho de por vida
a la pensión máxima de jubilación. Unos tanto y otros tan poco, es
el momento de acudir a las urnas, hay que votar aunque sea a una
cosa que nos parece tan lejana como los despachos de la UE, pero
hay que hacer un ejercicio de meditación y con el voto lanzar al
cubo de la basura a todos esos partidos y políticos que tan sólo se
han dedicado a engañar al personal y a procurar el bienestar de sus
amigos y correligionarios.
Como hace ya muchos años escribió León Felipe “Yo
no sé muchas cosas, es verdad/ pero me han dormido con todos
los cuentos/ y sé todos los cuentos”. Es ya la hora de librarnos
de todos esos cuentistas de pacotilla que nos quieren dormir con
mentiras y con cuentos.
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