En menos de un mes tendrá lugar la celebración del 11 de Setembre, fiesta nacional de Catalunya y en menos de tres meses estaremos ante el 9 de Noviembre fecha en la que está previsto que el pueblo catalán pueda ejercer el derecho democrático de expresar ante las urnas si quiere o no seguir formando parte de España. En estos momentos un 80 % de los catalanes son partidarios de ejercer su derecho a decidir si quieren continuar como hasta ahora o bien dar un paso adelante en su relación con el Gobierno español. Esto no quiere decir que, en caso de que Rajoy y su Gobierno no se interpongan en el derecho democrático a votar de los catalanes, el día 10 Catalunya sea una nación independiente, primero porque está claro que en estos momentos ese 80 % que desea votar no va a hacerlo en su totalidad a favor de la independencia y segundo porque aunque el voto mayoritario fuera favorable a la independencia para llegar a ella habría que recorrer un largo camino en el que España no dejaría de poner palos en las ruedas del carro del progreso y la voluntad del pueblo catalán.
Entre estas dos fechas nos espera un fin de verano y un otoño caliente en el aspecto político. España no es Gran Bretaña ni Mariano Rajoy es David Cameron, así que el que las urnas salgan a la calle el próximo 9-11 va a ser una tarea difícil y llena de dificultades ya que a golpe de Constitución y Tribunal Constitucional el gobierno español hará todo lo posible para que ese 80 % de catalanes que quiere votar no pueda hacerlo, y no sólo va a ser el PP quien esté a favor de no dejar ejercer un derecho democrático a los catalanes, también el PSOE, y lo que es más grave, el PSC no están por la labor y tanto sus bases como los dirigentes de ambos partidos siguen incrustados en la idea de la España, una, grande y libre. David Cameron, conservador, el próximo día 18 dejará que los escoceses elijan su futuro, Mariano Rajoy, conservador pero menos democrático que su colega británico, tiene toda la idea de impedir que los catalanes elijan el suyo.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid las mesnadas unionistas han tocado a arrebato contra el nacionalismo a raíz de haberse conocido que Jordi Pujol, el que fuera President de la Generalitat durante 23 años, durante más de 30 años ha tenido dinero oculto en un paraíso fiscal, dinero que según Pujol es fruto de una herencia pero que a la vista de lo poco que ha explicado y de la indecente actitud tomada por él y su familia intentando obstaculizar la acción de la justicia da pie a pensar que detrás de la susodicha herencia se esconde algo más. Aquí estamos ante la infame actitud de una familia, los Pujol, que durante años pensaron que Catalunya era su finca particular pero no por los supuestos delitos de una familia hay que culpar a todo un pueblo, muchos de cuyos ciudadanos ven cómo aquel en el que depositaron su fe y sus votos les ha engañado ya que mientras daba lecciones de moralidad y ética incumplía la ley año tras año ocultando al fisco un dinero para no pagar impuestos. Poca ética y poca moralidad la de los Pujol que tan sólo han regularizado su situación ante el fisco cuando no han tenido más remedio que hacerlo porque las sospechas y rumores comenzaban a tomar forma.
Durante su presidencia Jordi Pujol fue un fiel aliado de los gobiernos españoles, pactó tanto con Felipe González como con José María Aznar, que incluso confesó hablar catalán en la intimidad, el President durante todos los años de su mandato nunca fue autonomista, cosa que les venía muy bien a los gobiernos de Madrid, incluso el ABC le nombró “Español del año”, desde Madrid se veía a Pujol como una firme barrera contra el independentismo y durante años así ha sido, era el fiel aliado y el baluarte contra posibles tentaciones de independencia. Ahora Pujol ya no es President y su partido CDC junto con Unió se han visto arrastrados por la sociedad catalana a ponerse al frente de las reivindicaciones independentistas. Y este ha sido el momento para que desde el Gobierno se saquen a relucir los trapos sucios de la familia Pujol intentado con ello atacar por la vía de la corrupción la fecha y los hechos que se podrían producir el 9-11. Desde Madrid se ha intentado desinflar el suflé de las ansias de independencia olvidando que los Pujol, aunque durante años ellos lo creyeran así, no son Catalunya, Catalunya son esos ciudadanos que día a día desinteresadamente trabajan para que sus deseos se hagan realidad.
Naturalmente que la declaración, sin aclarar nada, de Jordi Pujol y la posterior decisión familiar de entorpecer la acción de la justicia aprovechando los resquicios que la ley le da han hecho mella en su partido que tendrá que tomar medidas y reorganizarse y “fer net” (hacer limpieza) si es que todavía queda alguna manzana podrida en su cesto, y seguramente lo pagarán en las elecciones, pero esto no quiere decir que los catalanes no esperen con alegría y deseos de participación las fechas del 11-9 y el 9-11. Cuando un pueblo quiere algo de manera democrática más pronto o más tarde lo obtendrá pese a quien pese.
Estas últimas semanas el punto de mira de la mayoría política y de la prensa española está fijado en Catalunya i Jordi Pujol y algunos representantes de partidos políticos están viendo la paja en el ojo ajeno ignorando la enorme viga que tienen en el suyo. Desde el PSOE se olvidan del tema de los ERES andaluces con más de 800 millones defraudados y los representantes del Partido Popular se atreven a dar lecciones de moralidad mientras meten debajo de las alfombras de la calle Génova toda la mierda que les rodea con sus tesoreros, sus Gürtel o sus Emarsa y el caso de las basuras de Alicante en el País Valencià. Por no hablar de la Corona, donde hace años apareció la noticia de que Juan, “el rey que nunca reinó” le había dejado en herencia un buen pellizco a Juan Carlos I, qué, oh casualidad, estaba en un banco suizo. Nunca sabemos ni creo que sepamos si desde Zarzuela regularizaron la situación y el entonces rey de España declaró estos milloncejos en su declaración de Renta como tampoco llegaremos a conocer las implicaciones de su hija Cristina en el caso Noos. Como ven en todas partes cuecen habas y en algunos partidos a calderadas.
Lo que hace falta es una legislación que castigue todas estas trapisondas de la clase política y que también castigue a aquellos que se benefician de ello, hablo de esos empresarios que sobornan a cambio de una recalificación favorable de terrenos. Tan delincuente es el sobornado como el sobornador.
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