A veces uno se sorprende con el actual Gobierno, incluso cuando convoca reunión de urgencia en Moncloa para evitar la dimisión de Nadia Calviño, vicepresidenta económica, y los deseos de marcharse del propio Fernando Simón. Para los desconocedores diré que existe el “síndrome de estar quemado” que consiste en un anormal agotamiento físico, al igual que mental y emocional, como consecuencia del acumulado cansancio psíquico o estrés, resultante de la relación con otras personas por un clima laboral difícil y angustioso.
Lo que no me sorprende es la tan habitual costumbre de mentir que tiene el presidente, Sánchez, y cómo sus seguidores lo aceptan como parte del juego político. El caso es que son los mismos que pedían transparencia a Rajoy y le acusaban de parapetarse detrás del plasma. Tanto uno como otros mienten y vuelven a mentir, al igual que beben y vuelven a beber los peces del villancico. Una prueba del fraude que ya es el presidente y al que aluden así en la prensa internacional, es que no tiene inconveniente en calificar con “Notable” su gestión de la Covid19. Y yo pregunto:
¿Un NOTABLE con más de 35.000 muertos reales? ¿Un NOTABLE con interminables colas en los centros de reparto de comida? ¿Un NOTABLE con aumento de miles de parados? ¿Un NOTABLE con decenas de millones desaparecidos en falsas compras de material? ¿Un NOTABLE por enviar morfina a las residencias de mayores y abandonarlos al poder de su naturaleza? ¿Un NOTABLE por aludir a fantasiosos fondos buitres en residencias? ¿Un NOTABLE por mantener a un “vice” parapetado tras su actitud de matonismo barriobajero y elevado a la casta parasitaria? Se lo diré con sumo respeto: ¡Usted está enfermo, presidente! Y lo que es más grave: usted es un peligro público.
Tampoco me sorprende con qué torpeza cierran filas los fieles escuderos del presidente Sánchez. Fíjense en la ministra de Exteriores cuando la preguntan en una cadena amarillenta de TV sobre las críticas a la opacidad del Gobierno --tras eliminar el portal de transparencia-- y por los “expertos anónimos”. Con toda naturalidad responde que “cada país elige su método de transparencia”. ¡Toma, ahora vas y lo cascas! Una ignorancia así la presupongo en Irene Montero, Rafa Simancas, Alberto Garzón o Andrea Lastra, pero no en nuestra ministra de Exteriores. Va a ser cierto eso de que “algunos de los que parasitan en el mismo Gobierno acaban volviéndose de la misma condición”. Y saben lo del colchón y la misma condición.
Ni siquiera me sorprende que al PSOE le preocupen las movilizaciones de cada tarde y las que presumiblemente traerá la crisis económica y social. Dudo que el Gobierno socialcomunista pueda aguantar la presión por la crispación, hambre y necesidad, además de la negativa europea a que el comunismo asome la cabeza tras la condena de Bruselas a esa ideología. No habrá dinero mientras Pedro Sánchez no orille el comunismo. Comparen la inversa: Díaz Ayuso recibe 600M€ de Europa por y para la gestión del “bicho”.
Compruebo que Sánchez ha jugado con fuego en muchos frentes y se está quemando más y más cada día. No faltan barones del partido que afirman que “el presidente ya no puede dormir con Podemos comiéndole la tostada del día a día y está abrasado políticamente”. Poco a poco el “bornout” se está extendiendo por todo el Gobierno, sin que falten personajes que quieren saltar del barco. Compruebo, también, que con las primeras urgencias de las familias no ha podido el Gobierno y las colas para conseguir alimentos se incrementan cada día. No olvidemos el colapso de expedientes en el SEPE.
El mal llamado “escudo social” nos empobrecerá todos por el erróneo enfoque del mismo. El Gobierno no ha reparado en consecuencias. Se para en el concepto y no suele ver más allá. Luego pasa lo que le pasó al Gobierno de Zapatero que, tras negarlo todo, se descubrió que no había hecho los deberes a tiempo. Bien es verdad que, con “economistas” como Lastra y Simancas no se puede llegar mucho más lejos, al menos eso dice sus compañeros de partido y de escaño.
De la portavoz socialista ya lo saben casi todo, pero José Luis Corcuera nos ha aproximado un poco más a su excompañero, Rafa Simancas: “Arribista, a la sombra de Tezanos y funcionario del partido que no ha pegado golpe en su vida”. Incluso ha ido más lejos incidiendo en que “se le conocía como el cerrajero mayor del reino, porque fue quien le cambió la cerradura a Tomás Gómez cuando cayó en desgracia de Pedro Sánchez"
Finalmente, sí hay algo que me ha sorprendido. Vamos a ver, Sánchez: ¿No hay dinero para pagar todos los ERTE, la gente va a buscar comida a Cáritas y el Gobierno destina, en el BOE del 19 de mayo, 100.000.000 de euros para improductivos y parásitos chiringuitos feministas? “¡Joder, qué tropa!”, que diría el Conde de Romanones. Cuando hables de solidaridad, presidente, y expongas a los jubilados y funcionarios tus planes de recortes, procura ponerte buen calzado deportivo porque deberás correr sin descanso.
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