El año que terminó hace unas semanas fue dejando el Grupo Parlamentario del PP en las Cortes Valencianas tocado y casi hundido. A lo largo de los doce meses se fueron sucediendo las dimisiones de aquellos de sus parlamentarios que tienen cuentas que dirimir con la Justicia, que, por cierto, no son pocos, e incluso de algunos con cargo más elevado como el del President de les Corts, Juan Cotino, que dijo adiós a su puesto y también al escaño antes de que le reviente en pleno rostro alguna que otra corrupción relacionada con su familia.
Fue un año triste para la muchachada de la gaviota cuyos próceres cada mañana al leer y escuchar las noticias recibían en pleno rostro un jarro de agua fría. El factótum del norte del País, Dom Fabrizio, veía, con tristeza, cómo sus conmilitones le negaban el indulto y le dejaban caer en picado hasta el fondo de la mazmorra, lugar en el que nunca pensó estar recluido, él, el caballero ejemplar por el que ponían la mano en el fuego desde Aznar a Rajoy acababa su carrera política en el trullo como un vulgar “roba gallinas”. I por las pistas de su aeropuerto, el del “abuelito”, todavía no había pasado una sola aeronave, aunque el monumento que se hizo construir por el pintor Ripollés, estomago agradecido donde los haya, continua oxidándose cercano a las desiertas instalaciones aeroportuarias.
La felicitación navideña llegó a la calle Quart, sede del PP valenciano, en forma de dimisión. La alcaldesa de Alacant, Sonia Castedo, inauguró una forma de dimisión, presentó su renuncia al cargo mediante un comunicado en las redes sociales, y lo hizo marcando ella el tiempo, el PP llevaba meses pidiéndole que dejará la alcaldía de la ciudad alicantina pero ella estaba aferrada al sillón y la vara de alcaldesa y se fue cuando quiso, dejando también el partido y amenazando a sus antiguos conmilitones con aguarles las elecciones con la creación de un nuevo partido. De momento ya ha fichado como tertuliana en la cadena televisiva de Berlusconi en España, Tele 5.
Y el regalo de Reyes atrasado se ha presentado esta semana con la presencia de los miembros de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) en las instalaciones del Palau de les Arts Reina Sofía, donde lo mismo fríen un huevo que una castaña, lo digo porque igual hacen una ópera dirigida por Zubin Mehta que sirven el catering en la celebración de los esponsales de cualquiera que tenga los euros para permitirse el lujo. Justo hace un año también estaba en toda la prensa el nombre de este recinto musical valenciano, entonces el problema era la caída de algunos de los elementos de la fachada diseñada por el conocido arquitecto de cabecera del PP, el trencadis de Calatrava no resistió ni tan siquiera el tiempo de garantía que tienen las construcciones.
Lo de ahora es más grave, una vez más la policía ha entrado en un lugar gestionado por gente puesta allí por el Partido Popular porque algunas cosas parece que no se han hecho bien. Tras quince años como intendente del Palau de les Arts su intendente Helga Schmidt ha sido detenida por la autoridad policial bajo la sospecha de haberse lucrado con dinero público mediante su gestión al frente de este local operístico. Esta vienesa fue nombrada en el año 2000 por Eduardo Zaplana con el fin de que pusiera el nombre de Valencia en los primeros lugares del mundo, su carrera musical así lo aconsejó a quienes desde el PP debían tomar la decisión, decisión fuertemente criticada por la oposición dado el alto salario que se estipuló, después han sido diversas las denuncias que del despilfarro del dinero público se ha hecho en aquella casa, elevadas dietas, hoteles de cinco estrellas, gastos importantes en bares y neveras de los hoteles y hasta un carrito de los utilizados en el golf para no tener que andar entre despacho y despacho en las instalaciones del local. Todo legal pero todo inmoral en los tiempos que corren y más cuando desde la Generalitat valenciana se ha estado recortando especialmente en Educación, Cultura y Bienestar Social.
Pero lo que ya no es legal es el hecho de que la señora Schmidt ha estado adjudicando contratos ilegales a una entidad, la empresa Patrocini de les Arts, de cuyo consejo directivo forma parte. Más de medio millón de euros han pasado desde la caja de la Fundació Palau de les Arts a la empresa Patrocini de les Arts. Una Fundació que está en bancarrota y cuyo déficit aumentó en el año 2009 en un 987 % sobre el del año anterior pasando a ser superior a los siete millones de euros.
Y aquí también tiene culpa el PP, partido gobernante en el País Valencià desde hace años, ya que durante todo este tiempo han estado mirando hacia otro sitio mientras en el Palau de les Arts Reina Sofía se cometían irregularidades. Pero eso a ellos les daba igual, al fin y al cabo si construyeron todo aquel entramado que deja a los turistas que visitan Valencia con la boca abierta fue para beneficiar a sus amiguitos del alma. Con la construcción, carísima construcción, de todo aquel complejo se revalorizaron los yermos terrenos que habían al lado del viejo cauce del Turia, y eso es lo único que les interesaba, que alguien se hiciera rico con la especulación.
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