Hay historias de amor que tienen guiones encantadores u otras desagradables, pero algunas son dignas de conocerlas, hoy quiero invitarte a conocer una historia de amor asombrosa, los protagonistas son (Rafael y Adriana) nacieron a mediados de los años 50’, en San José Costa Rica, sus nombres han sido cambiado. Muchas parejas al inicio de la relación viven distintas clases de anécdotas y pueden ser cómicas, penosas, tristes u otras preciosas de recordarlas y contarlas todos los días como símbolo de orgullo de la vida sentimental en tan recordable juventud. Los hijos o jóvenes curiosos, siempre le hacen las siguientes interrogantes a los mayores: ¿Cómo y dónde se conocieron usted y su pareja? ¿Quién habló primero él o ella? ¿Qué le cautivó de él/ella?
Adriana, es una señora empresaria admirable, desde su adolescencia ha sido emprendedora, hace algunos pocos meses coincidimos presencialmente y hablamos de todo un poco; me contó unas anécdotas de su vida que vivió durante su juventud, hoy comparto una de las que más me cautivó. Ha conocido 15 países, es madre de 5 hijos, su espíritu humano y solidario la hacen ser sumamente especial, hablar con esta señora es un lujo por el cúmulo de conocimientos que ha adquirido a lo largo de su vida. Su historia de amor es bastante singular, conoció a Rafael en 1972, ella tenía 16 años, en diciembre del año siguiente se casaron, a sus 27 años ya había tenido sus 5 hijos. Le pregunté: ¿Cómo y dónde se conocieron con su esposo?
“Un viernes por la tarde llegué a la casa de una amiga mía, sin saber que en su casa estaba por iniciar una tremenda bailadera, vea Carlos, toda mi vida lo que más me ha gustado es bailar, la música de esa época era preciosa e incomparable con la que ahora los jóvenes escuchan. Cuando yo entré a la casa miré a una pareja bailando él era un artista para moverse, me sorprendió su manera de moverse al ritmo de la música, me quedé centrada mirando como bailaban con gran maestría, en ese instante una vocecita misteriosa me susurró al oído diciendo; “este hombre será tu esposo y el padre de tus hijos…”. Físicamente él no me atraía, él era mayor que yo 7 años, con la chica que bailaba ese día que lo conocí era su novia de ese entonces, él desde que me miró se enamoró de mí, una prima siempre me decía; “Rafael es un gran hombre hazle caso y sé feliz a su lado”. Él descubrió que a mí me gustaba bailar e insistió hasta conquistarme, inicié enamorándome de su arte de bailar y terminé enamorándome de él, a su lado formé una hermosa familia, hoy mis hijos y nietos son mi más grande orgullo, Rafael, falleció en 1998”.
Es increíble y misterioso cuando nos enamoramos, al inicio esa persona nos puede caer mal, después se puede convertir en nuestro ángel, al principio esa persona quizás no, nos agrade físicamente, después descubrimos que lo más importante son los sentimientos, a veces suele suceder sobre todo en lo contemporáneo, que dicen: “quiero vivir contigo una pasajera aventura” y de esa aventura muchas parejas han sido víctima y se han quedado juntos para siempre. En repetidas ocasiones desde que se conocieron mutuamente hicieron clic e iniciaron la relación con una hechicera sonrisa, a veces esas relaciones de “amor a primera vista” son peligrosas porque vienen acompañada de apariencia, otra relación común es cuando el enamoramiento despierta de una profunda admiración por lo sobresaliente que es esa persona, los empresarios, famosos, artistas, poetas, modelos e intelectuales constantemente viven estas historias.
¿Tú sabes la historia de amor de tus progenitores? Sino la sabes dile que te la cuenten, (si es que tienes la oportunidad), es interesante conocer como nuestros padres iniciaron a diseñar nuestra existencia, sea como haya sido debemos sentirnos agradecidos con el tiempo, momento y lugar en qué ellos coincidieron para dar inicios a nuestra historia por este mundo, que inició desde una cómplice y mágica sonrisa.
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