Puede que hayamos entrado en uno de los conflictos que por su complejidad, su forma inesperada de producirse, su evidente trasfondo de ataque al sistema democrático español y su perfidia y oportunismo en cuanto al tiempo y las formas en qué y cómo ha tenido lugar, nos hace barruntar la intervención de alguien que desde hace tiempo se mueve por las cloacas de la Moncloa con una independencia, un descaro, una autonomía y un apoyo decidido del señor Pedro Sánchez que parece que ha encontrado en este sujeto al cerebro gris que precisaba para alcanzar sus objetivos de permanecer el mayor tiempo posible en su poltrona de presidente del gobierno español. Hablamos, por supuesto, del señor Iván Redondo Bacaicoa, consultor político español y el jefe del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez, un personaje experto en crear situaciones en las que salga beneficiado el presidente, evitando que los avatares de la política, del coronavirus y los descalabros económicos del país le salpiquen o ensucien su inmaculado terno de salvador de la patria, impulsor de la justicia social y única persona capaz de evitar, según su propio criterio, que la “derechona” pueda impedir que España sea capaz de regresar a las “delicias” de una tercera república, según el modelo de la del “Frente Popular” del año 1936.
Es obvio que el plan minuciosamente pergeñado, hábilmente enfocado con la colaboración de la ingenua señora Arrimadas de Ciudadanos y con el beneplácito del gobierno de la nación de presentar una batería de mociones de censura, a la vez, en distintas zonas de la geografía española en las que gobernaba el PP, con el apoyo de Ciudadanos, tenía por objeto darle el golpe de gracia a un partido que, en las últimas elecciones comarcales catalanas, ha sufrido uno de los peores varapalos de toda su historia, con el fracaso de la táctica y la estrategia del señor Pablo Casado y con la natural inquietud despertada entre los miembros del partido del señor Fraga, que no han acabado de entender ciertas renuncias y cambios de opinión del señor presidente del partido, precisamente en unos momentos en el que mantenerse firme contra el separatismo y sus métodos era fundamental para conseguir avanzar en la captura del voto de todos los catalanes, que no somos partidarios de dejar de ser españoles para quedar absorbidos por una república de izquierdas y separatista.
No contó, en esta ocasión, el cerebro gris del socialismo con el hecho de que, en la comunidad madrileña, tienen una presidenta que no se arredra ante las dificultades, que sabe afrontar con entereza las situaciones difíciles y que no para mientes en tomar decisiones difíciles cuando es preciso hacerlo.” Tú me planteas un reto y yo lo acepto y contraataco”, esa ha sido la rápida, decisiva y efectiva decisión de la señora Díaz Ayuso tan pronto como se enteró de lo que intentaban hacer, en la comunidad madrileña, presentando una moción de censura con el apoyo de Ciudadanos que no dudaron en dar el apoyo que les pedía el señor Redondo. “Tú me amenazas con una moción de censura y yo convoco elecciones para el 4 de mayo”. Hasta aquí el rol de la señora Díaz Ayuso. Pero ahora, una vez el TSJM ha dado la razón a la señora presidenta de la CM en cuanto a su derecho a convocar elecciones ante la amenaza de la moción, tenemos que intentar pensar en lo que esta rápida maniobra ha supuesto para el señor Pablo Casado, el presidente del PP, un señor en horas bajas, cuestionado desde una parte de su partido y que, desgraciadamente, no ha sabido entonar el “mea culpa” por sus errores en la campaña de las elecciones catalanas, ni ha manifestado tener propósito de enmienda como se deduce por su actitud de seguir con sus ideas sobre el futuro del partido y que, tampoco, se ha dado cuenta de que su credibilidad ante su electorado está bajo mínimos. Ahora se ve en la tesitura de tener que apoyar a la señora Díaz Ayuso cuando muchos, en el PP, la consideran como una muy buena candidata a sucederle al frente de los populares. ¡Una complicada situación!, que viene agravada por la reciente noticia de que el señor Pablo Iglesias, otro de los que ve peligrar su liderato en Unidas Podemos, especialmente ante los pobres resultados de su formación en las sucesivas elecciones, sus extravagantes intervenciones que ponen en duda la credibilidad de todo el ejecutivo, y sus evidentes contradicciones, empezando por la clase suntuosa de vida privada como miembro de una élite afincada en el bario de Galapagar, en contraste con las ideas de austeridad que él y su esposa, la señora Montero, pretenden divulgar; ha tomado la decisión de abandonar el Gobierno ( antes de que lo echen) para presentarse a la opción de aspirar a presidir la comunidad madrileña. Un órdago a sus propios compañeros de la formación comunista y un claro desafío al PSOE si, como se espera, sigue manteniendo su propio candidato, el señor Gabilondo.
Ciudadanos y su directora Arrimadas son los peor librados de todo este cuestionable panorama político y es más que posible que, la sangría que viene sufriendo desde su abultado fracaso en Cataluña, se vaya incrementando a medida que señores, como el señor Cantó, tomen la decisión de abandonar la formación para seguir otros derroteros en la política o fuera de ella, como pudiera ser su incorporación al PP. En todo caso, puede que aún les quedara la opción de poder apoyar a quien salga vencedor de la pugna por la presidencia de la comunidad, aunque dudamos que lo hicieran apoyando a la señora Díaz Ayuso, si sigue como posible candidato el señor Aguado que parece ser el mejor situado dentro de Ciudadanos. Y aquí entra en liza el partido del señor Abascal., VOX, que seguramente va a encontrarse en una situación harto compleja que puede depender del número de escaños que puede arrebatarle a Díaz Ayuso, algo que seguramente supondría un debilitamiento de las opciones de ella de conseguir una victoria abultada que le permitiera superar la unión que, previsiblemente, se formaría en contra de ella de todas las izquierdas.
Claro que, si los populares dejaran de mantener su guerra declarada a VOX, seguramente sería un aliado fiable para formar gobierno. No queda claro que, como ha sucedido en Cataluña, VOX consiga parecidos resultado0s en la CM debido a que no sucede, como en las tierras catalanas, que el enemigo a batir fuera el separatismo algo que, muchos que residimos en esta región tratamos de evitar a toda costa. Queda la duda de qué parte del electorado de izquierdas sea capaz de arrastrar el señor Iglesias, una persona ducha en batallas políticas, capaz de engatusar fácilmente con sus discursos llenos de demagogia a aquellos ciudadanos que sólo hacen que aceptar lo que les dicen aquellos con los que más se identifican, sobre todo en el caso de que sean anticapitalistas y les alimenten sus instintos más bajos como puedan ser el rencor, la envidia o la idea de que todos nos igualemos en la pobreza, algo que, para los más derrotistas y vengativos, constituye uno de los mayores alicientes.
En todo caso, lo que parece ser cierto es que, en la batalla por la comunidad madrileña, se está jugando la posibilidad de que, en España, siga progresando la expansión de la izquierda bolivariana con el peligro de que ello comporta, como ya se está notando en las decisiones que se van tomando, desde el Gobierno socio-comunista, respeto a temas que afectan a la propiedad privada, la familia, la eutanasia, la promoción del colectivo de gais y lesbianas y la lacra más infernal de todas las que defienden los socialista: el aborto libre y sin ningún control. Madrid y su comunidad pueden marcar un hito en cuanto a las posibilidades de que exista un rebrote del constitucionalismo, un regreso a los valores y los principios éticos de siempre, una racionalización de la economía y un despegue de la industria y el comercio que tan mal parados han quedado por la influencia del Covid 19 y por la mala gestión de este Gobierno que no ha sabido más que crear problemas en lugar de solucionarlos, como era preciso que hiciese.
O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, se nos ha abierto, de la mano de la señora Díaz Ayuso, un resquicio de esperanza que pensamos que, desde su propio partido, por celos, por intereses personales o por cuestiones de incompetencias se pudiera llegar a echar a perder. No olvidemos que, en Cataluña, el independentismo ha acabado de conseguir otra de sus victorias, pese a que en número de votos haya salido beneficiado del PSC con el señor Illa a la cabeza. Es evidente que, con un Parlamento catalán en manos absolutas de los soberanistas y una presidenta, la señora Laura Borrás, de JxCat que, sin ningún tipo de disimulo, ha afirmado que va a continuar luchando por la independencia de la nación catalana sin que, al parecer, la detenga ni la amenaza del Estado o de los tribunales de la nación, en cuyo caso no hay otra solución que adelantarse a sus planes. Y con estos mimbres vamos a tener que luchar, de ahora en adelante. La frase de hoy se va a referir a Martin Luther King: “Lo preocupante no es la perversidad de los malos, sino la indiferencia de los buenos”.
|