Viaje en el tiempo, año 1910, en que un hombre ayudaba gratis a enfermos, gratis los viajes y además, daba clases en la Facultad de Medicina.
Un hombre mágico, cordial, de trato afable, que pensaba en los pobres. ¿Dónde están ahora esos hombres?
Se esperaba el momento y demoró mucho, porque tu talento santo estaba sobradamente demostrado para los que te conocen, mismo en mi casa se ha hecho un milagro de que a mi madre un tumor no se le reprodujera jamás.
Actúas incluso fuera de fronteras venezolanas, siempre que la fe se te arrime y es que la fe mueve montañas.
No sé si querías santidad, pero tu vocación siempre fue religiosa y se respeta, sobretodo al tener tantas cualidades como tú, y aseguro que con esa dedicación que siempre tuviste de ayudar, eres feliz como estás y siempre ayudarás a la gente que quieres, sin mirar a quien, sin medir si es amigo o enemigo, supongo.
Vestías de sombrero, de negro o con bata blanca, pero no eras negro o blanco, tú sencillamente eras transparente, y así te quisieron todos los que te quieren, admiran, claman y ven en tu vocación de ayudar a "los sin dinero", la mejor entrega.
Eres luz en la sombra, esperanza en medio de la amargura, ayuda desinteresada y segura, y la esperanza de que la humanidad tome ejemplo, porque ser como tú, seguro que no es perder el tiempo.
Debemos ser buenas personas, de ideas claras. Tuviste mucho respaldo de Dios. Hay personas que te vieron, sintieron y escucharon, les decías que su enfermo curaría. Otras veces te representas como imagen ante una petición.
En mi casa también entraste. Creí en ti desde pequeña. Así que llegó el momento del reconocimiento, aunque naciste mereciéndolo. Que lo sepa hasta el Papa.
Eres genio, misericordia, fiel siervo de Dios, eres camino al andar y un hombre muy amado por la sociedad venezolana, por la gente que escuchó hablar de ti, incluso naciendo muchas décadas después.
Tú, un ser bondadoso, que has dado nombre a muchos de mis gatos: Minia Gregoria y los dos Minio Gregorios, Luli Gregorio, Pocho Gregorio, Truffa Gregoria y Chito Gregorio.
Un ser verdaderamente mágico, ocupas uno de los primeros puestos en poder divino y eres un inseparable amigo al que hoy le pido…
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