El Gobierno de Chivite prepara un nuevo Decreto Foral que regulará el uso del Euskera en las Administraciones Públicas en el que desaparece la valoración del euskera en zona no vascófona, lo que aunado con el descenso de matriculaciones en el Modelo D debido al descenso de natalidad y a la inequívoca apuesta tanto del PSN como de Navarra Suma por el inglés, augura un horizonte incierto para el vascuence en Navarra.
¿Réquiem por el euskera?
La formación de un “Gobierno Progresista” presidido por María Chivite e integrado por miembros de Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu, (contando con la colaboración externa de I-E y Bildu), nació con la idea de dar prioridad en lo social a la revitalización del llamado Estado social y democrático de Derecho y en lo político a la reinstauración del Órgano Común Permanente con la CAV, lo que llevaría implícito la asunción de políticas de apoyo y fomento del euskera tendentes a lograr la normalización del uso de la lengua vasca. Sin embargo, el PSN de María Chivite ha defendido hasta el momento el mantenimiento de la zonificación lingüística como garantía del respeto a la pluralidad de Navarra y han rechazado el modelo uniformista aplicado en el País Vasco con la Ley 10/1982 Básica del Euskera para logar “una euskaldunización dirigida de todo el territorio”, por lo que los cotos lingüísticos virtuales e impermeables a toda influencia externa implementados en 1986 en Navarra por la ley del Vascuence aún permanecen vigentes aunque con síntomas de resquebrajamiento en sus paredes,como la futura implementación del Modelo D en Mendigorría. Asimismo, el Gobierno de Chivite prepara un nuevo Decreto Foral que regulará el uso del Euskera en las Administraciones Públicas en el que desaparece la valoración del euskera en zona no vascófona lo que aunado con el descenso de matriculaciones en el Modelo D debido al descenso de natalidad y a la inequívoca apuesta tanto del PSN como de Navarra Suma por el inglés, augura un horizonte incierto para el vascuence en Navarra.
Así, la cruda realidad nos demuestra que a pesar del impacto mediático del Nafarroa Oinez, el euskera en Navarra se encamina lenta pero inexorablemente hacia un progresivo estancamiento ( exiguo incremento del 1,5% de vascoparlantes en los últimos 15 años), dibujándose un escenario a 30 años en el que quedará reducido a los tradicionales islotes geográficos del Noroeste de Navarra, así como pequeños rodales ideológico-sentimentales esparcidos por diferentes pueblos y ciudades del territorio foral. En manos de los euskazales queda pues la ímproba tarea de evitar el actual declive y posterior fosilización del euskera o vascuence en Navarra para lo que se antoja inevitable una movilización masiva para lograr la modificación de la anacrónica zonificación lingüística implementada hace ya casi 30 años por la Ley del Vascuence y que dejaría al territorio foral integrado por una zona vascófona y otra mixta, con la consiguiente expansión del mapa radial de los centros de Modelo D por todo Navarra. Asimismo, es urgente incrementar los fondos económicos y las campañas de promoción del uso del euskera en todos los ámbitos de la sociedad, logrando su visibilidad en los medios de comunicación impresos y audiovisuales, adoptando medidas para la conservación y expansión de los dialectos del vascuence, promoviendo una discriminación positiva pero racional en el Concurso de Méritos en las oposiciones y haciendo en definitiva que el euskera salga de su actual gueto y sea un bien cultural y nexo de unión de todos los navarros.
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