En uso de mi libertad, voy a utilizar en esta ocasión un lenguaje al que denominaré asimilativo, de la misma manera que -otros- usan los lenguajes que quieren. Y lo hago para decir que estoy convencido de que el Gobierno que capitanea el embustero Sánchez, entre otras muchas cosas, es un gobierno okupa. Si analizamos sus comportamientos, podemos deducir sin ninguna duda, que tal como los okupas (que pululan por nuestra nación ¡qué vergüenza!) se instalan, vulnerando las leyes, en una vivienda elegida cuidadosamente y, sin más, te dejan en la calle, “sine díe”, Sánchez y su banda se pitorrearan de la Constitución (ley de leyes), del Parlamento, del CGPJ y del TC y actúan a su libre albedrío, disponiendo de las personas y de sus bienes.
Nos lo recuerda hoy 18 de julio de 2021 (¡vaya fecha!) en la documentada “Tercera de ABC”, el catedrático de Derecho Administrativo Ángel Recuerda Girela. Don Ángel nos explica cómo “el estado de alarma solo habilita para limitar derechos fundamentales, pero no para suspenderlos”. Nos dice también“cómo el gobierno está trasladando el peso real en la toma de decisiones al Ejecutivo, a los grupos sociales y a los partidos políticos, en lugar de al Parlamento que es formalmente el órgano central de la democracia representativa”.
Más adelante, refiriéndose a la prórroga del estado de alarma por mayoría en el Parlamento, recalca que “ni siquiera una mayoría parlamentaria puede infringir la Constitución”, porque “la regla de la mayoría no es ilimitada, ni justifica cualquier decisión”.
Y en relación con la tardía sentencia del Tribunal Constitucional, con toda claridad afirma que “el Gobierno no fue prudente en el ejercicio de sus poderes extraordinarios, que prefirió no pedir consejo jurídico a quien podía, y que priorizó el bienestar de los animales al de las personas”.
Si a todo esto sumamos la negativa del Gobierno a denominar dictaduras a los gobiernos de Cuba, de Venezuela y otros “compinches” comunistas, y analizamos todos los proyectos en marcha para quitarnos libertades, nos tenemos que echar a temblar y a “ver” la manera de “sacudirnos” de esta gente peligrosa y poco democrática.
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