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​Preñen el futuro para buscar el bien, la paz, estabilidad en todo, no la guerra

La idea es que la sensatez debería prevalecer, en tanto que la prepotencia, soberbia por tener el poder, no
Bayardo Quinto Núñez
martes, 19 de octubre de 2021, 09:33 h (CET)

No, es razonable maquinar para planificar anarquías callejeras para conducir a una guerra bélica e inestabilidad social. Eso no es justo, pues, los pueblos -personas-, no quieren guerras de ningún tipo, la inmensa mayoría de mayorías busca paz, trabajo, justicia social, bienestar común, desarrollo, y sobre todo, que los gobernantes de turno les apoyen en la medida de sus posibilidades gubernamentales. 


La idea es que la sensatez debería prevalecer, en tanto que la prepotencia, soberbia por tener el poder, no es correcto. Hoy, están ahí, mañana no, es mejor dejar a sus pueblos un buen legado del bien. No hay que poner en la mesa desafíos apremiantes, que conduzcan a dolorosas y dramáticas realidades angustiantes. Rememoren los gobernantes, obedecen a sus pueblos no a sus intereses personales, han sido electos para apoyar, para trabajar, no para conducir a un caos.


Es lógico, existen muchos inconformes, pero ahí el dilema, con esos los gobernantes deben estar prestos, para recomponer alguna incoherencia. De tal manera, es de mejor utilidad, y necesario mucha humildad y reconocer que todos somos "pecadores", con esa aptitud humilde pidámosle al Señor interceda, para que abra una de sus puertas de salvación y no de la anarquía. No inyecten veneno los políticos inconformes, ambiciosos de poder, para sus interés, la ambición debe ser para sacar adelante a sus pueblos, haciéndoles mejoras de todo tipo, conforme sus medios. 


Esto evidentemente va en pro de los necesitados y más necesitados. Sino observen el enorme estado de necesidad de sus pueblos, eso les orientará porque camino ir. Hablo, así, precisamente, porque, ustedes gobernantes, politicos-, están diseñados y elegidos para trabajar por el o sus pueblos.


No, es justo, ni razonable ir rumbo a un mundo político estéril, mortecino, es mucho mejor preñen el futuro de buenas y aún más de mejores cosas y no futuros falsos, con promesas incumplidas. Hay, que pensar: en que gobernar para ir construyendo el bienestar social.


Es razonable habiten en sus conciencias y no cauterizarla como un fierro de marcar, es mejor sentir el gozo de vivir en paz. Sólo imaginemos una guerra injusta en estos tiempos modernos ¿A qué nos conduciría? ¿Quién sería el beneficiado? Por supuesto que nadie, todos perderíamos. No creamos que, vendrá alguna potencia mundial a salvarnos, mejor salvémonos nosotros mismos, tratando de comprendernos, es por ello que la "Santa Iglesia Católica", es importante su intervención conciliadora y de reconciliación y no hechar leña al fuego con sus discursos de pulpitos. No lancen el futuro al fondo del mar.


Esta. Es la realidad, de realidades. Una guerra, de dónde provenga, vamos a matarnos entre hermanos, seamos buenos animales políticos, y no bestias humanas creando el desorden, eso sería no estimar, y no tener sentimientos sanos para nuestras patrias. Está bien hacer política, pero no estar lanzando a la guillotina a los pueblos, ¿A caso el pueblo es objeto o hijo de ustedes? Véanse, ustedes, los políticos, los gobernantes, apenas suman en el plantea unos cuántos, mientras tanto, los pueblos son millones... No, hay que promover ninguna guerra abierta o encubierta.


Dice, Esteban Peicovich, en la obra letrística Borges el palabrista, así: "Yo creo en un sentido general del progreso, pero pienso más bien en la línea espiral de Goethe, es decir, que no considero al martes, por fuerza, superior al lunes que le antecede o al miércoles que le seguirá. Creo que después de varias centenas y millares de lunes o martes, las cosas serán, evidentemente, mejores".(Págs. 143 y 144. Ediciones libertarias, S.A 1999. Impreso en España) Por supuesto, que los tiempos idos, deberían de ser una noble experiencia, para cada día ir siendo mejores, en los gobernantes, políticos y, que los pueblos no se dejen manipular.


De tal suerte, "las patrias-el mundo-", esperan que, sus dirigentes políticos, gobernantes en turno y los que vendrán, sean un pilar de confianza y esperanza de futuro. Espera que, irradien paz, que sean mensajeros del bien para todos, que concatenen notables ideas, y proyectos de desarrollo y bienestar, para que sus pueblos, queden claros que, van a gobernar o dirimir políticamente en la historia del futuro.


Hacer lo contrario, es conducir a una trifulca infernal, que podría bañar de ríos de sangre y muertes al planeta, y al pueblo inmerso en esa realidad. No, creo que, eso quieran unos cuántos políticos contrarios a los gobernantes-del mundo-, ni la iglesia católica y sus jerarcas. Aquí no queremos guerras, mejor inviertan sus capitales para que florezca aún más la humanidad, eso sí es humanismo grato.


No hay que ser ambicioso desmedido, hay que ser constructores del mañana, ser misioneros y ser un buen samaritano del bien, eso le agrada a Dios. Es necesario que, cada político de este y aquel lado, comprendan que llamando simuladamente, o abiertamente, al desorden no conlleva a nada sano, eso es la muerte hasta de ellos mismo, porque guerra es guerra, eso lo sabemos todos.

Todos perdemos y nos vamos al fondo del mar desgraciadamente. Mejor sean del resortes de pensar mejor, es más saludable, porque mañana la sombra alumbrará.

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