El jueves 31 de octubre fue la noche de las brujas, luego el viernes 1 y sábado 2 hay numerosas conmemoraciones al día de los muertos, y este y el siguiente fin de semana en miles de parques ingleses se lanzan fuegos artificiales para festejar el aborto del complot del 5 de noviembre de 1605. En esta frustrada intentona se quiso restaurar la monarquía católica y a sus perpetradores se les castigó arrastrándolos, castrándolos y ahorcándolos pero dejándolos con vida mientras se les mataba gradualmente despellejándolos, mutilándolos y descuartizándolos, para luego ser exhibidos en plazas.
El día de las hogueras ha ido asociado a una persecución y rechazo al catolicismo. Durante más de dos siglos un católico no podía votar en las elecciones británicas y hasta hoy ningún que siga al papa puede ser heredero al trono o haya sido primer ministro (Tony Blair solo se pudo volver católico apenas dejo el premierato). Aún hoy los resabios de la opresión protestante a los católicos irlandeses ha generado los problemas de Irlanda (y también ha afectado a que no se haya podido dar el Brexit).
El repudio a dicho golpe católico de Guy Fawkes, quien fue apoyado por Madrid y fue soldado del ejército español, ha incentivado gran parte de la leyenda negra que en UK hay contra la hispanidad, algo de lo cual no se eliminan todos los vestigios.
En todas estas fiestas acuden masivamente los niños y las familias, quienes en Halloween se disfrazan de vampiros y monstruos y en el día de los muertos festejan a estos (sirviéndoles comida o haciendo calaveras, como en México). Si bien la iglesia ha tratado de hacer que estas fechas coincidan con Todos los Santos, estas tienen orígenes paganos.
En Europa habían muchos ritos en las noches que van entre el fin de octubre y el inicio de noviembre en los cuales se celebraba el fin del medio año agrícola de sol y calor para dar inicio al otro semestre de frío y oscuridad. Los antiguos británicos y otros pueblos celtas celebraban el Samhain prendiendo hogueras y haciendo sacrificios.
En Mesoamérica los aztecas, mayas y otros pueblos pre-colombinos tenían una visión diferente de la muerte, la cual no se basaba en el cielo y en el infierno, sino en varios niveles de vida después de la vida, dependiendo de las circunstancias en que se hubiese fallecido.
Los europeos se valieron del rechazo a los sacrificios humanos hechos en las cimas de las pirámides mexicanas, muchas de cuyas versiones son exageradas, para justificar su conquista, aunque en esos mismos tiempos en su continente era usual ver formas de asesinato públicos más sádicas (como la que vimos arriba y que se produjo 8 décadas después de la caída azteca) y su incursión en América condujo al exterminio de al menos un 90% de los 100 a 150 millones de indígenas.
Si hoy en Halloween se reivindica a las brujas, estas antes eran masacradas. En el llamado holocausto femenino se perseguía a las mujeres independientes que vivían sin marido calumniándolas como brujas a fin de fortalecer una sociedad machista donde las damas debían circunscribirse a ser cuidadoras de hogares.
Hoy, cuando ya ha nacido el humano número 7.000 millones, nuestra sociedad global se precia de avanzar en el respeto de los derechos humanos y de reducir el culto a la muerte a celebraciones familiares.
Sin embargo, lo macabro es parte del día al día de nuestra civilización. En esta misma semana en 2011 se masificaron en la web las imágenes del ex mandatario libio Muammar Gadafi cuando era golpeado, violado y ejecutado extrajudicialmente hasta ser exhibido a turistas en un congelador, mientras que se seguirán creando nuevas armas que puedan matar millones en un solo tiro y se preparan nuevas guerras ‘por la democracia’.
En estas fiestas macabras tampoco se ha exhibido el cuerpo sin vida de Aby Bakr ni se ha mostrado el lugar donde se le encontró o sepultó, pero eso se debe a que su cadáver fue despedazado por una bomba, y no tanto a un acto caritativo. Mientras tanto, Siria, cuna de nuestra civilización occidental, sigue siendo a diario objeto de las peores matanzas y expulsiones masivas de inocentes.
Donald Trump llegó a entrar a esta semana macabra aduciendo que hay una caza de brujas en contra de su presidencia pues se ha formalizado el proceso de impeachment. Las acusaciones que hay contra su persona se deben a tratar de enlodar a Joe Biden, su principal adversario electoral y favorito candidato de sus opositores demócratas. Sin embargo, en el impeachment no se le han cuestionado sus guerras y bombardeos a civiles y menores de edad ni sus planes macabros de disparar a todo latino que cruce la frontera mexicano o de introducir en ella pantanos llenos de cocodrilos que coman humanos.
En el Reino Unido no hemos tenido el Brexit ni en el día de las brujas ni en el de los muertos y los cohetes que se reventarán en el día de las hogueras así como toda la semana macabra van a coincidir con la cumbre que decide el futuro del planeta.
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