Médico venezolano,
mejor como ser humano, demostró que esa profesión era darlo todo por amor.
Ayudar al que no tiene, comprarle medicamentos, lo demás es puro cuento, por eso él y no otros, está habitando el cielo.
Cuentan hoy muchos creyentes, que aunque el doctor haya muerto, cuando alguien va a operarse él viene vestido de blanco y con su sombrerito negro.
No quiero morirme sin conocerlo, mi madre lo vio una vez cuando se operó estando grave, pero yo aunque le llame, no le veo en ninguna parte.
Creo en lo que dice la gente, pero él a mí no me quiere, sus razones bien tendrá y me cansaré de esperar, sé que él no me visitará.
Pero él me ve desde el cielo, deseo que le hagan santo pues hay muchos testimonios de la ayuda del doctor.
Yo su estampita bien guardo, y tengo mis puertas abiertas a su visita de santo.
Quien quiera saber más de él, que lo busque en internet, y que se hagan devotos que él es muy poderoso.
Quien tenga dolencias, que le pida, él le estará escuchando... y con licencia de Dios, permitirá que te sanes. ... Finalmente le hicieron santo. Sé que estará contento.
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