Amnistía Internacional advierte de que el estadillo de un conflicto armado en Ucrania “tendrá consecuencias devastadoras para los derechos humanos en la región”, llegando a amenazar la vida de los civiles, provocar una “aguda escasez de alimentos” y “potencialmente causar un desplazamiento masivo” de población.
Lo hizo a través de un comunicado en el que puso de manifiesto que “los derechos económicos y sociales ya se han visto afectados negativamente”, como lo atestigua el hecho de que el aumento de los precios de los alimentos y bienes básicos, incluidos suministros, “está afectando el derecho de las personas a la atención médico y a un nivel de vida adecuado en Ucrania".
Luego de deplorar la situación que viven los ancianos, los jóvenes y las personas de bajos ingresos, denunció que el derecho a la educación también se ha visto afectado con el cierre intermitente de las escuelas durante las últimas dos semanas por motivos de seguridad.
Ante esta situación, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, comentó que “la amenaza del uso de la fuerza militar por parte de Rusia ya está afectando los derechos humanos de millones de personas en Ucrania y más allá”.
Esto le permitió avanzar que “es probable que las consecuencias de la fuerza militar real sean devastadores”, como lo corrobora el hecho de que “la historia reciente de Ucrania está marcada por conflictos que involucran a las tropas rusas en Donas y la anexión ilegal de Crimea”.
Por último, Amnistía Internacional dejó claro que “seguirá de cerca” la realidad que se vive en Ucrania para “sacar a la luz las violaciones del derecho internacional humanitaria y el derecho internacional de los derechos humanos por parte de todas las partes”.
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