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¡Basta ya!

Los valencianos no somos catalanes y no pertenecemos a la mentira más grande de la Historia contemporánea: los inventados Países Catalanes no existen
Manuel Ibañez Ferriol
jueves, 10 de febrero de 2022, 11:19 h (CET)

El muy noble y dos veces leal pueblo valenciano, dice: ¡basta ya! No somos ni pertenecemos a los Países Catalanes, ese país inventado, al que nos quieren hacer pertenecer y en el que nunca hemos estado: ni por cultura, ni por lengua, ni por tradiciones, ni por creencias religiosas. Valencia, es un territorio libre, independiente y adherido a la nación española, pero nunca ha sido ni formado parte de los territorios catalanes, con los que se nos quiere juntar de forma totalmente “artificial”.


Cuatro entidades valencianas centenarias, a saber: la Real Academia de Cultura Valenciana, el Ateneo Mercantil, la Real Sociedad Valenciana de Agricultura y Deportes y Lo Rat Penat, han tomado la gran iniciativa de decir: ¡basta ya! Para hacerlo, han creado un manifiesto, en favor de todo lo que se considera valenciano con argumentos y documentado no con mentiras y falacias, que no hacen más que confundir al resto de la población, no solo española, sino europea y mundial.


Desde mi columna, quiero manifestar que también quedo unido al manifiesto que los cuatro han creado y que a las 19 horas se hará público, en un acto en el auditorio del Ateneo Mercantil, presidido por los cuatro presidentes.


Los valencianos, somos un pueblo cosmopolita. Por nuestras tierras han pasado fenicios, griegos, focenses, ilerdenses, edetanos, romanos, visigodos, árabes y cristianos. Todos nos han legado sus particularidades culturales, nos han dotado de costumbres, tradiciones, nos han dado su saber a favor del pueblo que han encontrado y con el que han hecho piña, trabajando con esfuerzo y ganas, haciendo que lo que nos legaban, también formara parte de nuestra tierra. Y los valencianos lo hemos aceptado, porque no nos lo han impuesto, sino que nos lo han legado voluntariamente, como decimos en valenciano: “de baes”.


Hay que recordar lo que los romanos imprimieron: Valentiae, es decir tierra de valientes. Atraídos quizás por su clima, belleza, tranquilidad, forma de vida, sencillez; todo debió de influir en la toma de la decisión de fundar nuestra Valencia, como lugar para el reposo de los militares de alta graduación cuando pasaban a la situación de retiro. Se les premiaba por sus campañas, dejando que vivieran de forma muy especial den nuestras tierras. Y tal fue su atractivo, que fundaron una ciudad, una “urbe” y crearon una “ceca” o fábrica de monedas propia, lo que provocó, que el comercio fuera siempre muy activo.


La cultura visigoda, dejó también su parte. Fue breve, y quizás un tanto desconocida, pero supieron dar continuidad a lo iniciado por el resto de culturas asentadas en nuestro territorio.

Será la ciudad de Balansiya, bajo el dominio musulmán, la que obtenga grandes beneficios. Arquitectura, bibliotecas, escuelas de estudio, medicina, astronomía, poesía, música, fueron algunos de los saberes que nos legaron. Nos dotaron del milenario Tribunal de las Aguas, institución jurídica única, encargada de dirimir los conflictos por el agua en la huerta valenciana. Apostaron por el mundo agrícola, construyendo un sistema de regadío único en el mundo qué junto a las alquerías, hicieron que los campos valencianos fueran los más productivos y de mayor calidad. Crearon industrias como la de los perfumes fabricados con las distintas variedades de flores que plantaron en sus jardines, o la de las especias tan importantes en la condimentación de nuestra rica gastronomía, o la de la seda, intercambiando materias primas y productos manufacturados que hicieron las delicias de los comerciantes de todas las épocas.


Valencia, fue dos veces conquistada para la causa cristiana. La primera por don Rodrigo Díaz de Vivar, el conocido como el Cid. La segunda por el monarca don Jaime I, originario del reino de Aragón, el cual dotó a Valencia de sus propios fueros, convirtiendo los territorios reconquistados de Alicante, Castellón y Valencia, en un Reino, totalmente independiente, pero eso sí, adherido a la Corona de Aragón.


Valencia, cuenta con lengua propia, alabada por escritores de todos los géneros, que han dado a la cultura valenciana, lo mejor de su puño y letra. Además, los valencianos hemos contribuido a la gran gesta del Descubrimiento de América, siendo un financiero valenciano, el encargado de pagar el gran viaje de Cristóbal Colón a las Indias, lo que después será el continente americano. 


Fuimos los creadores del Primer Banco Público. Nuestra “Taula de Canvis” fue el origen de la banca europea, así como somos los creadores de la “letra de cambio”, forma única para realizar pagos sin llevar dinero en efectivo. Será el Juego del Ajedrez, otra de las contribuciones al mundo cultural y deportivo. Inventado en Valencia, muy pronto se convirtió en un juego real extendido por todo el Mundo. Y así, tenemos grandes aportaciones en materia científica, sanitaria, asistencial. Fuimos los primeros en crear un hospital para tratar las enfermedades mentales; Crisóstomo Martínez, dibuja el cuerpo humano a la perfección; Juan Luis Vives, es preceptor de reyes y príncipes y junto con Nicolas Maquiavelo, aporta su saber filosófico a los grandes mandatarios de su época.


Tenemos bandera propia, la Real Señera. Somos una tierra bendecida por la Providencia, con santos como san Vicente Ferrer, que predicó por toda Europa en lengua valenciana, ya que poseía el don de lenguas, Papas como Calixto III y Alejandro VI, y quizás el mejor de los regalos: la Virgen de los Desamparados.  


Como colofón, decir que tenemos la gran Ciudad de las Artes y las Ciencias, una ciudad dentro de otra, dedicada al arte, la música, el saber científico, la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y todo lo relativo a los últimos adelantos en todas las materias del saber humano.


Creo haber expuesto con claridad, que no somos catalanes y que no pertenecemos a la mentira más grande de la Historia contemporánea: los inventados Países Catalanes no existen. Y me parece que queda contrastado.


Unamos nuestras voces valencianas a las de las 4 instituciones centenarias, para gritar todos juntos: basta ya, porque Valencia seguirá ofrendando “nuevas glorias a España”, unida, firme, única, insustituible y maravillosa. Valençians en peu alçense.

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