Hoy puedo afirmar con triste rotundidad, la democracia ha muerto ante el espectro del autoritarismo por un lado y del populismo por otro. Existen señales inequívocas de ello. Miremos la situación en Canadá, el enfrentamiento Europa – Rusia siendo el escenario de un posible conflicto de consecuencias inimaginables, la violencia masiva de Irak, Sudan, Francia, etc.
Cada vez hay más división aunada y favorecida por los extremos abandonando la sensatez, el sentido común, la libertad y la esperanza. Llevamos años que esta tendencia va en aumento y disminuye la democratización por posiciones que se acercan, que se han aproximado más a táctica antidemocráticas.
Son demasiados los casos que se escuchan de la falta de integridad de los procesos electorales y que a afectan a países representativos de Europa, Latinoamérica o otros lugares del mundo en los que la separación de poderes cada vez es más difusa, instituciones más debilitadas cada vez y niveles de violencia que están generalizando.
Estamos en una situación en los que se han incrementado ideas como la desigualdad, el destierro, personas que tienen que abandonar sus países si quieren conservar su vida y la explotación. Unos extremismos que enarbolan banderas como la polarización y el miedo, con discursos de odio y que invitan al reemplazo ¡de la democracia por formas autoritarias de colores e ideologías distintas.
Creo que ya no hay reformas que puedan rescatarla. Hasta no hace mucho, aún conservaba la esperanza de volver a vivir en democracias deliberativas, consensuadas y discursivas. ¿Mis ojos volverán a ver la democracia como la forma más deseable para conducir la convivencia en este mundo que nos ha tocado vivir?
Un mundo demasiado repleto de dioses carnavalescos, a los que no deseo, ni malo, ni bueno, pues no soy de los que tratan a pencazos y golpes a los que viven dentro de la farsa moral. Pero eso sí , a modo de brindis, no con poca bellaquería , pues hasta al diablo hay que untarle de arrope por si en alguna ocasión me quiere cobrar al contado mis fermentados y deliberados decires y palabras.
Mundo global, enfermedad global, Europa cuna y tumba de la democracia. Hoy tenemos conocimiento que la muerte es una puerta al renacimiento. Europa ha de tener el papel de reinventar la democracia si es que es posible y el mundo nos deja.
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