El Perú puede entrar al libro récord de los Guiness. Si en esta competencia mundial se colocase una categoría por ver cuál democracia sin guerra civil tiene el Parlamento más impopular del planeta, muy probablemente la pudiésemos ganar.
El mismo día en que el actual Congreso cumplía 7 meses de haberse inbstalado, se imprimía un sondeo de la encuestadora más seria (IEP) en la cual se demostraba que el 82% de los peruanos le condebana y solo el 14% le apoyaban. Como analista internacional no logro encontrar un solo Parlamento occidental que apenas cuente con el aval de 1 de cada 14 electores.
Ante ese terrible panorama nuestros legisladores debieran recapacitar y buscar seguir siendo cada vez más repudiados. Sin embargo, en vez de ello, siguen ahondando en las causas que generan su inmenso descrédito.
Pese al rechazo popular que tiene este Congreso se niega a dar paso a un referendo para cambiar la constitución. En los hechos, este opera como una nueva constituyente pues viene cambiando ilegalmente la Carta Magna a su antojo para privar al presidente y al pueblo de muchas de sus facultades, en tanto que viene adoptando muchas de las características propias de un Gobierno paralelo. Es decir, quiere arrogarse tareas de un poder constituyente o ejectivo, pese a nunca haber sido elegido para tales funciones y a tener un contundente rechazo ciudadano.
Para la mujer o el hombre de la calle este Congreso no ha hecho ninguna ley en su beneficio, sus miembros se dedican a subir sus propios presupuestos y este se ha centrado en buscar remover ministros o querer sacar al Prersidente más votado de la historia nacional.
Pese a que Castillo es la única persona en las 12 repúblicas de la cuenca pacífica al sur de México en haber sobrepasado los 8,8 millones de votos, varios congresistas quieren reemplazarlo en la Presidencia por M. Alva quien solo sacó 25 mil votos (más de 350 veces menos cantidad de sufragios) y quedó en el puesto 25 por Lima.
Cualquier intento de sustituir a Castillo por M. Alva va a generar un terremoto social y va a afectar el hecho de que el Perú sea hoy la economía que más crece en Sudamérica y la que posee mayor estabilidad y rentabilidad al sur de EEUU, según Bloomberg.
Montoya pide golpe con sangre
El congresista más votado, el contralmirante (r) Jorge Montoya acaba de declarar que la vacancia que pretenden realizar va a ser diferente a la que se dio antes contra PPK y Vizcarra por que ahora va a "haber una cuota de sangre". Ya hemos vitos como el golpe parlamentario fuji-belaunista de noviembre 2020 produjo 2 jóvenes muertos y cientos de heridos y arrestados. Él sabe que una posible destitución de Castillo pudiese llevar a superar las treintaitantas muertes que se produjeron cuando un noviembre previo en Bolivia fue instalada la primera mujer dictadora de las Américas, modelo que él quisiera seguir para el caso de M. Alva.
Montoya es el jefe de la bancada de Renovación Popular, cuyo jefe, ex candidato presidencial y candidato a la alcaldía de Lima, Rafael López Aliaga, llegó a pedir en un mítin la muerte de Castillo y de Cerrón. Estos no son meros gritos del momento, pues otro congresista militar habló de reservar una bala de plomo contra el actual Presidente, un periodista del grupo El Comercio tuiteó de que se precisaba encontrar un valiente que dispare a Castillo así como antes alguien lo hizo con Kennedy, que otro periodista de Willax (el canal que organiza y financia mitines golpistas) salió con una pistola y que la tercera vicepresidenta del Congreso, Patricia Chirinos (autora de la primera propuesta de vacancia) grabó un video ante "el horno crematorio más grande y antiguo" del país para preguntar a quiénes allí había que incinerar vivos.
La mayoría de los actuales congresistas votaron por Keiko Fujimori, la cual quiso ganar el balotaje incentivando una guerra civil contra "terroristas" y "comunistas". Estos no son insultos a la ligera sino adjetivos que justifican una fuerte represión sangrienta contra todos los implicados por ello, incluyendo a cientos de millares de sus seguidores.
De Castillo se podrá decir muchas cosas, pero él lidera al único Gobierno en el que hasta ahora nadie ha muerto por razones políticas, una excepción en décadas de historia peruana. Montoya quiere acabar con ello y dar paso a un golpe que pudiese ser peor que el de Fujimori y Montesinos (con quien colaboró) o el de Morales Bermúdez (con quien pidió un cuartelazo para evitar que Castillo llegue a Palacio).
Todas las anteriores acusaciones de que Castillo era "comunista" o "terrorista" han quedado ens aco roto, pues el actual Gobierno ha continuado el monetarismo neoliberal y el alineamiento con EEUU. Como esos argumentos ya no calan ahora quieren descalificarlo como "corrupto". Un anterior reporte en "Cuarto Poder" casi produce la primera vacancia pero se demostró que fue alterado. Hoy quieren basarse en el testimonio de una lobista que financió a Keiko y cuyo abogado es el mismo de Fujimori.
La única forma de evitar una carnicerìa golpista consiste en movilizar cientos de miles, incluso millones, en todas las calles del país, incluyendo una mega-marcha de las regiones a Lima.
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