Década 1980-1990, muchos chavales estudiantes soportaron un proceso de modificación de determinados aspectos del sistema educativo. Eran años en los que la memoria tenía un sitio bastante sobresaliente… el dibujo, con sus escuadras, reglas, compases y planos, ocupaba un lugar destacado…, el análisis estructural, con sus árboles lógicos, sus cuadros sinópticos, colocaba el “razonar” en el estudio de la lengua y la historia…
La lectura ocupaba un lugar preferente… se leía en voz alta, se entonaba en público, se seleccionaban los textos, al final, se “comentaba”.
Los controles y exámenes tenían el carácter de conquista natural… nada era fácil… eran tiempos en que se “opositaba” para “conseguir” lo que cada uno como persona y la propia sociedad exigían.
En esos años se quiso dar un cambio, sino sustancial, sí de formas, en la enseñanza. Fueron unos pasos, considerados por determinados profesores, muy relacionados con el gobierno de turno, como necesarios y adaptados a la nueva era democrática que se respiraba.
Los “llamados avances educativos” podían resumirse en: ** Desaparecían las notas y se imponía el concepto EVALUACIÓN CONTINUA. ** Los exámenes o controles eran “pasos intermedios”, herramientas para dicha EVALUACIÓN. ** Los libros pasaron a ser, en parte, secundarios, de mera consulta en muchas ocasiones. ** Lo que hoy llaman “enseñanza DUAL”, se llevaba a cabo entonces, más o menos igual en su concepto y formas. ** La figura de “CLAUSTRO DE PROFESORES” pasó a tener mucha importancia para la valoración de cada chaval. ** El paso de curso a curso ya no dependía de los aprobados o suspensos, que no existían, sino de la EVALUACIÓN y DICTAMEN del CLAUSTRO DE PROFESORES. Hubo algunos cambios que SÍ perjudicaron a la enseñanza en general: ** Se DESCAFEINÓ el dibujo lineal. ** Se modificaron términos, meramente morfológicos, desdibujando la SIMPLICIDAD DEL CONCEPTO. ** Hubo profesores cuya adaptación no se programó y el contacto con el alumno, fundamental en esta transformación, no se consiguió como era de esperar. Pasados unos años se comprobó que el sistema había FRACASADO: ** Conocimientos deficientes. ** Pasos a cursos sucesivos sin la base necesaria. ** La lógica que daba la enseñanza del dibujo lineal (piezas, medidas, planos…) había desaparecido. ** El título de EGB se daba sin demostrar los conocimientos necesarios. ** La EVALUACIÓN, en muchos casos, estuvo INTOXICADA por conversaciones interesadas con los padres; “el niño es bueno, está pasando la pubertad, madurará…” ** Los libros, se convirtieron en objetos EXTRAORDINARIOS y no en herramientas siempre ACOMPAÑANTES.
HOY, siglo XXI, año 2022, vamos por el mismo camino: NOTAS, NO EVALUACIÓN CONTINUA, SÍ LAS ASIGNATURAS CON GÉNERO. LA OBLIGACIÓN COMO SUPERACIÓN, NO… NO…
¿Alguien puede explicar qué significa enseñar las matemáticas de “forma afectiva”? Cuando se lee el proyecto de adecuación a la nueva Ley, uno se pregunta: ¿De dónde se va a sacar el enorme presupuesto necesario?, ¿no volverá a ser una nueva Ley sin fondos, es decir sólo un triste proyecto cara a la galería?
Cuando la FORMACIÓN y EDUCACIÓN de un País no es el resultado de un “acuerdo nacional”, sin siglas políticas, sin inclinaciones de parte, sin prejuicios de conceptos…, entonces, mal camino, mal resultado, peor futuro.
La UNIDAD de un País está en ese sentimiento capaz de unir por la “tierra”, por “las costumbres”, por “los orígenes”, por “las tradiciones”… esa UNIDAD no se alcanza por el simple hecho de nacer en… ser inscrito en… y tener determinados rasgos físicos…
Si en España no somos conscientes de estas realidades y no somos capaces de resolverlas con sentido COMÚN, las futuras generaciones serán el resultado de un FRAUDE HISTÓRICO, de unos EGOISMOS SOCIALIZADOS y de un CONCEPTO ERRÓNEO de PAÍS.
De mayor, como soy, acepto mi historia con todos sus rasguños, pero jamás perderé la esperanza de futuras generaciones CULTAS, EMPRENDEDORAS, COMPROMETIDAS, “HUMANAS” con la sabiduría del género natural.
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