World Vision está profundamente preocupada por los niños y niñas, principales víctimas de la actual crisis sociopolítica y económica de Sri Lanka, agravada por las réplicas de la pandemia de COVID-19 y un atentado terrorista que han paralizado gravemente el país.
Sri Lanka se enfrenta a una crisis nacional multidimensional. Los medios de subsistencia se han visto gravemente afectados por la escasez de combustible y las subidas periódicas de su precio. Debido a la reducción de la producción agrícola, los alimentos básicos no están disponibles o son inasequibles para la mayoría de los habitantes del país. La situación se agrava con productos básicos importados como la harina de trigo, el pescado en conserva, la leche en polvo y las lentejas que, cuando están disponibles, tienen precios exorbitantes. Las familias de toda la isla han recurrido a hacer menos comidas y están limitando considerablemente el tamaño de sus raciones.
"Los ciudadanos están cansados y frustrados por la insoportable carga económica y nuestros niños y niñas están sufriendo enormemente", afirma el Dr. Dhanan Senathirajah, director de World Vision Sri Lanka.
En tres breves años, el país ha sufrido los atentados de Semana Santa de 2019, seguidos de la pandemia y ahora está luchando contra la peor crisis económica a la que se ha enfrentado el país en más de 70 años. Las tasas de inflación han aumentado bruscamente hasta superar el 54% a 30 de junio de 2022.
La crisis actual se ha convertido en una espiral de protestas e insurrecciones masivas por parte de la población de todo el país, que condena la gestión gubernamental de la situación económica y exige la dimisión del presidente.
"Esta crisis tiene un impacto directo y profundo en los menores. Los niños y niñas son los más perjudicados, como en toda crisis. El aumento de los precios significa que incluso las comidas básicas ya no son asequibles para muchos y los trastornos en la comunidad incluyen el cierre de escuelas. Esto tendrá un impacto a largo plazo en el bienestar y el desarrollo de los niños y niñas.", explica el Dr. Senathirajah.
Los servicios médicos, que incluyen hospitales, clínicas y farmacias, se han visto gravemente afectados por la falta de medicamentos esenciales. Los cortes de electricidad diarios en todo el país han afectado a sus habitantes durante muchos meses. La población sigue sintiendo el peso de la crisis económica y alimentaria que parece no tener fin en un futuro próximo. Los habitantes de Sri Lanka han perdido la confianza en sus dirigentes y están desesperados por abandonar el país para ayudar a sus familias a salir de esta crisis económica.
World Vision ha iniciado una respuesta dirigida a 500.000 personas especialmente vulnerables de las comunidades a las que sirve, centrada en la seguridad alimentaria, la recuperación de los medios de subsistencia y en dar apoyo psicosocial a las familias. La respuesta incluye un programa de comidas para más de 5.600 niños en edad preescolar y escolar. Más de 2.000 familias económicamente vulnerables han recibido raciones secas y más de 100 niños y niñas, material escolar.
“World Vision sigue profundamente comprometida con los niños y niñas y el pueblo de Sri Lanka durante estos tiempos difíciles. A pesar de que nuestro personal y nuestras propias operaciones se enfrentan a graves restricciones debido a la situación imperante, estamos sobre el terreno para proporcionar ayuda humanitaria y ofrecer apoyo psicosocial a los niños y sus familias”, concluye Eloisa Molina, Coordinadora de Comunicación de World Vision España.
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