Voy a referirme -una vez más- a un personaje que no hay que presentar porque es suficientemente conocido por ser el más dañino que habita en España. Y, también, el más furibundo antiespañol y antimonárquico que haya ostentado la presidencia del gobiernode nuestro país, teniendo muy en cuenta, además, que hemos sufrido a Zapatero.
Lo de cateto está bien claro y lo demostró cuando viajó a Perú y al no saber dónde colocarse para que le rindieran honores lo hizo de manera que la jefa de Protocolo lo tuvo que recolocar. Luego, ya sabemos, se tiene por alto y guapo y le gusta que se lo digan. Si es Tezanos, mejor ¿Se puede ser más cateto?
Lo de ineducado lo sabemos desde hace mucho tiempo, pero tenemos muy reciente un detalle: ayer mismo Dia de la Hispanidad hizo esperar a nuestro Rey, S.M. Felipe VI, y a su esposa, dentro de su coche, porque quiso saltarse el protocolo deliberadamente y no me sirve ninguna excusa porque la impuntualidad en este caso es inadmisible, salvo causa de fuerza mayor. Y, tan no es así, porque, además, a la hora de marcharse tampoco guardó el protocolo: se fue antes de que lo hiciera el Rey. Eso le convierte en un peligroso e indecente provocador que tiene antecedentes en la misma fiesta de hace unos años, queriendo ocupar un lugar que no le correspondía en el acto del besamanos.
Quiero referir también, para los que no conocen la noticia, lo que ocurrió en Perú hace pocas fechas en la que la fiscal General de Perú definió a Pedro Sánchez como presidente de la república española. ¿Cómo reaccionaron Sánchez y su gobierno? ¡Con un ominoso silencio! En lugar de solicitar educadamente una rectificación; aunque sabemos lo que dice el refrán: ¡no se pueden pedir peras al olmo!
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