En la madrugada la mujer que lleva 4 noches desde que fue juramentada como presidenta del Perú ha dado un mensaje a la nación. Allí plantea que va a proponer al Congreso adelantar las elecciones para que en vez de que el siguiente presidente sea juramentado el 28 de julio del 2026, lo sea en esa misma fecha del 2024. El que ese discurso se haya dado a tan altas horas de la noche y produciendo un cambio radical (pues inicialmente dijo que iba a gobernar hasta julio 2026), demuestra la extrema crisis, el caos y la inestabilidad social generada por el golpe congresal con el cual ella ha llegado a palacio.
Con este caramelo quiere calmar la protestas social, pero ello implica que ella va a querer quedarse en palacio entre 19 y 20 meses más. Esto va a ser inaceptable para los millares que salen a protestar quienes no la reconocen como mandataria, pues no votaron por ella (los 8,8 millones que obtuvo Castillo fueron para él y no para la otra persona de su dupla presidencial mque nunca hizo mítin alguno de masas ni tenía una aureola propia de popularidad) y la ven como una traidora que se ha aliado al fujimorismo para vacarlo. El gabinete está presidido y compuesto por personas que han sido militantes y candidatos de partidos de la derecha neoliberal.
Junto con esta pretendida zanahoria, viene el palo que es la declaratoria de emergencia en las partes más convulsionadas, lo que ha de conducir a un Estado militar-policial y represivo. Ya se han visto muchos videos con tremendos abusos de las fuerzas del orden, el empleo de balas y perdigones, que paramilitares secuestren manifestantes o que policías embistan con sus vehículos a gente que ejerce democráticamente su derecho a protestar pacíficamente.
Merino cayó en noviembre 2020 cuando se produjeron 2 muertos, algo que acaba de pasar el domingo 11 en el propio departamento natal de Boluarte, Apurímac. Los asesinados por bala se han dado a los 4 días del ascenso de ella (el mismo lapso en el cual se producieron las muertes de Inty y Bryan cuando Merino juramentó el 10 de noviembre del 2020).
Boluarte no se ha pronunciado por la suerte de Castillo, quien fue apresado cuando todos lo reconocían como presidnete constitucional y quien permenece en el penal, pese a que en su supuesta vacancia se han roto los reglamentos del Congreso, el debido proceso, el derecho a la defensa y sin que ningún congresista haya podido usar la palabra.
El Perú tiene hoy un Congreso que puede ser el más golpista e impopular de su propia historia, y también del mundo. Ya ha perdido toda legitimidad ante la población. La solución consiste en convocar ya a una nueva Constituyente que reorganice al país y se elabore una nueva carta magna.
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