Vaya por Dios. Al Tribunal de Cuentas no le salen las mismas. Según estos fachas (que digo yo que los del Tribunal de Cuentas pertenecen, mínimo, a las JONS), el ministerio de vacío la saca y reparto la pasta que dirige Ione Belarra ha estado utilizando las ayudas destinadas a los mayores, que concede el Imserso, para financiar, entre otras organizaciones, a los sindicatos hermanos del gobierno. Lo que viene a ser, según este tribunal fascista plagado de quinta columnistas, que “se está financiando, básicamente, el sostenimiento de entidades (casi siempre las mismas) con independencia de su fin último, esto es, la actuación en beneficio del colectivo de mayores”. Te suelto los cuartos y te los pules en lo que se te antoje. Y a mí, como que no me extraña.
Sigo un poco más, me he tomado medio kilo de Omeprazol y aún me aguanta el bolo alimenticio dentro del cuerpo. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, nónime oficial del chiringuito, pío, pío, que yo no he sido, se compromete a partir de ahora a regularizar la situación y a tener en cuenta las recomendaciones del TCU en las próximas convocatorias. De lo fundido hasta ahora, a quejarse al maestro armero. Prometen actualizar, ahí os lo dejo, "las bases reguladoras introduciendo nuevos indicadores y dando mayor relevancia y ponderación a las actuaciones efectivamente realizadas en beneficio del colectivo de personas mayores”. Lo que viene a significar que antes te lo daba para tus gastos porque sí, porque tú lo vales y a mí me interesa tenerte contento, cariño.
Y de nuevo, a mí como que no me extraña. Es más, fíjate tú, como que no solo no se me hace raro, si no que me ayuda a entender algunas cosas sin importancia, fútiles lucubraciones de un idiota. Que resulta, verás, que estos mismos que se llevan la pasta de los ancianos, firmaron una subida salarial para los empleados y empleadas públicos que ni Lina Morgan. Un 6% total para tres años. Aunque el IPC esté en el 8,5 % ya y el litro de leche se pague a precio de ambrosía, qué más da, vago vividor.
Ustedes, guapetonas y guapetónes públicos, este año, confórmense con un 2,5% y denos las gracias, qué buenos somos que os llevamos de excursión. Y sin protestar, bajo palio me habéis de sacar, que os he mejorado la oferta, tontos. No es un 2,5, es un 1,9, que os retengo un 0,6% más, no os vayáis a gastar el dinero, derrochocólicos.
¿A que parezco nuevo? Igual me he olvidado de la tradición patria, de que para tapar boca no hay nada como billetes de curso legal. Éticamente vomitivos, pero vestidos de chaqué y gambas, los dineros de todos compran las voluntades, aunque con eso se empobrezcan colectivos de trabajadores. Igual que construyo élites de ancianos de clase business, te voy dejando, paso a paso, en la puñetera ruina. Y no protestes, ya me encargo de recordarte que eres un privilegiado, un parásito, funcionario de mierda.
Resumiendo, que me estoy atragantando. La agencia de viajes de Belarra es sólo una muestra de cómo los que mandan compran con morteradas pseudo legales de dinero a algunos que han perdido el norte y el sur, representantes abastardados capaces de derribar el panteón familiar por unos milloncitos de ná. Y, lo peor de todo, es que hemos llegado a normalizarlo. A ver si despertamos, rediós.
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