El artículo 124 de la Constitución Española dice que el Ministerio Fiscal es “la institución pública encargada de la defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos, y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como de velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante ellos la satisfacción del interés social”. Un nuevo artículo, este 124 de la máxima norma legal española, donde, como en muchos otros, a veces, su aplicación queda en papel mojado.
No podemos olvidarnos de la conversación que Fernández Díaz, ministro del Interior con el PP mantuvo como el Jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña donde incitaba a presentar denuncias falsas contra los políticos catalanes afirmando "esto la fiscalía te lo afina". Ya por entonces muchos ya no creíamos en la imparcialidad de un cuerpo jurídico como el Ministerio Fiscal, y el Ministro, con sus palabras, afianzó nuestro pensamiento.
Ahora el PP, la derecha extrema, lleva una temporada sin tocar el poder. No les gusta lo más mínimo el Gobierno Sánchez, al que acusan de “filoetarra, comunista y separatista” unos calificativos falsos pero que sirven para asustar a una parte del electorado español, desinformado o informado sólo por los noticiarios de algunas emisoras de radio y canales de televisión donde las noticias se fabrican a la medida de los oyentes, como los antiguos discos dedicados. Alberto Núñez Feijóo, la gran esperanza blanca de unas derechas tan peculiares como las españolas, lleva meses negándose a renovar el Consejo General del Poder Judicial. Y ahora hemos conocido el porqué de su negativa. Está esperando llegar a Moncloa para mover mejor los hilos de todos los poderes del Estado: Legislativo, Judicial y Ejecutivo. El que diga Montesquieu acerca de la separación de poderes se lo pasa arco de triunfo.
Hemos pasado del viejo rumor de sables de la Transición al rumor de togas de la época actual. Por aquellos lejanos días había políticos descontentos con el gobierno de turno que se reunían con algunos jefes de la milicia añorantes del franquismo. Ahora los políticos con ansias y prisas por llegar al poder lo antes posible se reúnen con un grupo de fiscales también ansiosos de poder ocupar más altos cargos. Esto es lo que ha hecho Feijòo, el pasado 18 de Abril se reunió con una cincuentena de fiscales representantes de la derecha más rancia, donde las togas apestaban a naftalina, entre los que estaban Consuelo Madrigal, ex Fiscal General del Estado y una de las fiscalas del proceso, y Cristina Dexeus, presidenta de la Asociación de Fiscales, esta dama, Fiscal Jefe en la Audiencia de Barcelona, en cierta ocasión dijo “Se me erizan los pelos cuando escucho el himno de España”, una frase que dice poco de su imparcialidad. Imparcialidad que debería ser el santo y seña del cuerpo de fiscales.
En esta reunión los fiscales manifestaron a Feijóo su preocupación por "la captura del poder político por los separatistas vascos y catalanes, y la ruina económica de España". El político del PP, que ya se ve calentando los sofás de Moncloa, prometió que, en cuanto sea Presidente del Gobierno derogará toda la legislación del Gobierno Sánchez y volverá a ser delito la sedición. Una parte de los fiscales se han posicionado en la trinchera del PP, defendiendo un partido que ha quedado demostrado judicialmente que navega por aguas corruptas. No es ésta la función que les asigna esta Constitución que tan interés tienen en demostrar que defienden las 24 horas del día.
Ahora ya sabemos, ellos mismos lo han hecho público, porque sendero caminan algunos de los fiscales españoles en sociedad con algunos políticos que para llegar al poder no tienen ningún escrúpulo. Creo que muchos de nuestros derechos fundamentales están en peligro inmediato de desaparecer.
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