Acabo de terminar de ver la nueva película de Peter Pan y Wendy, no sabría qué decir, bueno, sí que sabría qué decir, pero no os iba a gustar mi opinión. Cuando la película estaba empezando, mi hijo hizo un comentario con el que extrañamente estaba de acuerdo; dijo que no deberían transformar los dibujos en personajes reales, ya que hace que pierdan toda la magia.
Así que como veréis, ya hubo indicios de que nuestra crítica iba a ser movidita, y es que no comprendo la manía de cambiar ahora las películas de Disney, no entiendo el por qué humanizarlas y explicar racionalmente y dentro de toda lógica el hecho de que el capitán Garfio sea malo.
Ha habido un momento en la película en el que ya no sabía si el malo era Peter Pan o el capitán Garfio. Lo que sí que tenía claro era el papel de la mujer empoderada y protagonista, claro que, es de admirar que hayan podido meter a todos los colectivos en la película, de un momento a otro pensé que iba a hacer la aparición Greenpeace para salvar al cocodrilo.
Que ya es raro no ver a mi campanilla de siempre, pero que le cambien la personalidad es imperdonable, por muy simpática que parezca esta campanilla, no es campanilla; mi campanilla se cogía rabietas y se ponía colorada de ira, era divertida y graciosa. Pero eso no es lo peor, ¡hay sangre o lo que parece una herida! No voy a decir de quien, pero si eso no es traumatizar a los niños y confundirlos que venga Dios y lo vea.
Y ahora viene mi discusión con mi hija; ella me ha hecho ver que las películas y los dibujos deben evolucionar, que los cambios no son malos y que me refugio en el pasado cuando los cambios son demasiados.
Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que soy como Peter Pan, deseo quedarme en el país de Nunca jamás, porque me encanta conservar mis recuerdos de niñez intactos, hay cosas que no me gusta ver racionalizadas. El amor no puede racionalizarse, tampoco Disney, los sentimientos no se tocan, no se controlan ni se explican.
Y hablando del amor, no puedo evitar nombrar una hermosa canción que ha caído en mis manos recientemente, se titula Sabes, del escritor, poeta y compositor nicaragüense Pedro Alfonso Morales, este 13 de mayo se hizo el lanzamiento de su canción en YouTube. Pedro Alfonso también ha escrito la letra del himno que trae la compilación literaria global CANTO PLANETARIO que va a estrenarse próximamente y en la que yo colaboro como articulista de opinión. El título de este himno es Mi canto planetario, va a ser interpretado por varias personas de distintas nacionalidades.
La letra y música de Sabes es de la autoría de Pedro Alfonso Morales Ruiz, el cantante, arreglista e ingeniero de sonido fue John Adam Mascarenhas, como guitarrista colaboró el gibraltareño Eric John Abudarham,Teresa Mascarenhas participó como arreglista, traductora y editora del vídeo, el productor musical es Carlos Javier Jarquín. Esta canción y vídeo ha sido creado en M.A.C. Studio Production (Gibraltar), Reino Unido.
Porque el amor se eleva con la música, se conserva en cada canción para siempre y se hace eterno con cada palabra que un poeta como Pedro Alfonso plasma en las notas de una melódica sintonía llena de la única fantasía que nace del amor. Enhorabuena por esa obra tan bonita que verá la luz e iluminará los sueños de los que buscan el amor, de los que ya lo tienen y de los que no quieren crecer como Peter Pan porque la fantasía es creer que todo es posible y que el amor se aparece de la nada, algunas veces llega para quedarse, otra se transforma y algunas escoge otro camino.
En el siguiente enlace puedes disfrutar de esta canción: https://youtu.be/pXuJ30skTRQ
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