El pasado sábado acudí a una manifestación antitaurina en el pueblo de Bétera, que es de aquellos anclados en la edad media que todavía torturan a los toros con fuego y dinero público del contribuyente a pesar de que la mayoría está en contra, y en este artículo reproducimos el testimonio de algunas de las personas de Bétera que explican por qué la tauromaquia debe desaparecer del pueblo.
La plataforma ciudadana La albereda de Bétera, organizaba esta manifestación recorriendo las calles con el apoyo de un montón de colectivos y partidos.
Acudí como activista voluntario de PACMA, partido animalista con el medio ambiente que entre muchos otros colectivos, estuvieron pidiendo el fin de las vergüenzas de España. Al acto acudiría Elena García, candidata a la alcaldía de Valencia por el partido animalista con el medio ambiente.
TESTIMONIOS DE BÉTERA QUE NO QUIEREN MALTRATO ANIMAL
Recogemos el testimonio de un vecino del municipio que prefiere mantenerse en el anonimato: "El pasado 28 de marzo Bétera acogió un Curso sobre Maltrato Animal impartido por la perito judicial veterinaria, Carmen Domínguez, organizado por el Ayuntamiento de Bétera. En un acto de cinismo absoluto, el mismo equipo de gobierno ha autorizado 3 fines de semana consecutivos de actividades de maltrato animal como son los "bous al carrer, con toro embolado, donde se prenderá fuego a las astas de los animales con el único fin de entretener a un reducido grupo de vecinos sin interés por la cultura.
El ayuntamiento tiene especial cuidado en no publicitar estos eventos, incluso en el cartel se obvia que se celebra en Bétera, pero el FB de la peña no deja lugar a dudas", explica. "El lugar donde se lleva a cabo esta actividad es la Alameda de Bétera, una rambla de desagüe en realidad, un espacio público que sirve de lugar de esparcimiento para niños y niñas, ya que Bétera no dispone de Plaza mayor como otros municipios. La actividad de bous al carrer implica que, durante esas 3 semanas, los niños y niñas se vean privadas de su zona de juegos, al quedar invadida por las estructuras y artefactos utilizados en los eventos", nos explica.
NORMALIZANDO LA TORTURA EN LA INFANCIA
Respecto a la Desprotección de la infancia, el activista indica lo siguiente: "Esto, sirve a su vez para que los más pequeños vayan normalizando la presencia de estas estructuras de tortura y se eduquen con ellas. Además, en las horas en que se desarrolla tan macabro espectáculo, queda cortada la carretera comarcal que atraviesa el pueblo, y que es el camino que utilizan las ambulancias para llegar o salir del Centro de Salud en caso de emergencia, debiendo desviarse en ese momento, retrasando su servicio, y poniendo así en juego la vida de las personas enfermas. Además, el acceso al recinto requiere del pago de un "donativo" en efectivo y sin tiquet. La limpieza del recinto al día siguiente es llevada a cabo por el personal habitual de la contrata del Ayuntamiento, con lo cual es a costa del presupuesto público".
"Este año, como el anterior, numerosas familias de Bétera se manifestaron en contra de la realización de esta actividad, y así fue recogido por la prensa y televisión autonómica. Pese a ello, el ayuntamiento hizo caso omiso a las reivindicaciones", zanja. Respecto a esto, añadir que el comité de Derechos del niño de la ONU instó a España en 2018 a alejar a los menores de la violenta tauromaquia por su estabilidad emocional y mental detallando con todo lujo de detalles los daños psíquicos que puede provocar este espectáculo de tortura a las niñas y niños lo que se evidencia por los propios taurinos que prohíben la participación de menores de 16 años para hacer el paripé al igual que una ley de la Generalitat Valenciana que para qué vamos a cumplir.
Como digo, todo es un paripé puesto que las niñas y niños van a los festejos taurinos en cualquier pueblo. Gente sin valores que inculca su codicia a los más vulnerables como es la infancia.
OTRO VECINO DE BÉTERA EXPLICA SU POSTURA
Salvador Piqueras vive en Bétera desde hace 51 años y ha hecho declaraciones para este artículo de opinión: "Fui a la manifestación para plasmar que yo en mi vida estoy rectificando mi actitud hacia los animales. Estoy cambiando mis habitos a muchos niveles; no asistir a actos de tauromaquia, adaptar mi alimentación a vegetales, interesarme por la flora y fauna, su conservación y restauración. Fui por eso para reforzar mi cambio y hacerlo público. Ademas y muy importante, no quiero que con dinero público se financie ningun acto de maltrato animal.
En coherencia, muchas de las personas que allí se manifestaban por las calles de Bétera el pasado sábado, llevaban reivindicaciones por la liberación de todos los animales mediante la filosofía ética del veganismo que es realmente la forma coherente y justa de defender la vida, la libertad y los derechos de los animales sea cual sea su especie. A mi entender, no es coherente defender a los toros y no a las vacas, los peces o cualquier víctima de los humanos y del antropocentrismo.
VIOLENCIA TAURINA
Cuando hace varios años yo trabajaba en la feria de atracciones de Bétera, la policía nos hacía cerrar cuando acababan estos festejos rancios puesto que los taurinos no provocaban más que peleas y problemas cosa que no debería sorprendernos por parte de quien goza con la angustia de un animal indefenso y puede llegar a sentir placer sádico mientras otro ser está sufriendo como evidentemente corroboran los veterinarios que para eso han estudiado una carrera.
Recordemos que las víctimas de estos espectáculos violentos, acaban también en el mugriento matadero que aunque no lo hicieran, nada justifica su uso y abuso con toda la diversión alternativa que tenemos.
El infierno que el ser humano ha creado para los animales, es principalmente culpa del egoísmo humano que parece ser que lo que no ves o no te afecta directamente, no existe y por eso el mundo está como está. No podemos culpar solamente a los vivisectores, taurinos, pescadores o verdugos de todo tipo sino a quien con su acción o omisión, lo está permitiendo.
Por eso, también muchas de las personas activistas, acudimos esa misma tarde a representar a las víctimas y hablar por ellas en pleno centro de Valencia como explicaremos en otro artículo y ya expliqué la sensación a las puertas del sanguinario matadero apartado en aquel oscuro poligono industrial haciendo su actividad de madrugada para que nadie lo sienta, huela y observe ya que es más fácil pagar por el trabajo sucio que no ves que replantear los privilegios de especie.
Lo que quiero expresar con esto, es que el especismo significa la discriminación por especie al igual que el racismo discrimina a las personas según su color de piel. En consecuencia, todos los animales tienen su razón de ser mereciéndose la misma protección y consideración sin que el egoísmo pueda prevalecer ante los derechos y la vida de alguien que siente y sufre.
Recordemos que las víctimas del huevo o los lácteos, también acaban en ese mugriento lugar después de toda una vida miserable.
LA OSCURA TAUROMAQUIA EN CIFRAS
El sentido común nos dice que la mayoría de la sociedad no nos divertimos de forma sádica, pero incluso lo dicen las cifras oficiales del ministerio de cultura pese a que son los que se dedican a proteger la tauromaquia entre todos los poderosos e interesados.
No podemos obviar que la tauromaquia si sigue viva en pleno 2023, es a costa de tu dinero, miles de millones que salen de diputaciones, gobiernos, ayuntamientos y todo tipo de organismos corrompidos una vez llegan al poder prometan lo que prometan y haya las prioridades que haya.
¿Cuantos millones más se necesitan para seguir protegiendo un espectáculo condenado a la ruina en el que el único objetivo es torturar por diversión?
Una vida muy distinta tienen los animales que han tenido la suerte de conocer un santuario en el que por fin han podido tener una caricia, la libertad y derechos que como seres sintientes que son, necesitan.
Evidentemente, aquí no hay ningún interés más que el de ayudar altruistamente a unos seres que no se pueden defender y sin embargo, estos lugares de paz, no reciben ni un céntimo de ayuda que si reciben los espectáculos de tortura.
Resumidamente, para hacer el bien no hay dinero, para torturar todo el que quieras. Ante el infierno que el humano ha creado para los animales, no me quedó más remedio que plantearme mis privilegios y hacerme vegano desde hace 3 años teniendo una analítica ejemplar. De esta manera tienes la conciencia tranquila de que estás haciendo lo correcto no pagando a industrias que obligan a millones de animales a vivir toda una vida de miseria, no contribuir a destrozar el medio ambiente sin piedad, al hambre en el mundo o problemas de salud.
No podemos acabar sin pedir a la gente que busque todas las alternativas que existen y todos los restaurantes veganos en los que no te privas de nada. La variedad de alternativas veganas, cada vez es más amplia y te hace que ni siquiera distingas un producto del otro, pero si evitas toda la violencia. Cualquier receta de toda la vida la puedes veganizar y cualquier sabor lo puedes disfrutar de manera compasiva añadiendo también otros nuevos diferentes ya que tampoco pasa nada.
Lo que rechaza el veganismo como filosofía ética coherente, es la alimentación, vestimenta, experimentación animal o entretenimiento sádico como podría ser los festejos taurinos de Bétera en el que representantes del partido político Podemos en el municipio o Esquerra unida, también pidieron su abolición.
En conclusión, puedes seguir mirando para otro lado ante las injusticias o no, puedes sentir compasión y entender que a nadie le gustaría ser el protagonista de esta historia.
Liberación animal en todas y cada una de sus formas.
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