El ya desahuciado Pedro “el mediocre” anda que se las pela tratando en su deriva postrera de “repescar” a vetustos políticos de poco pelo (y muchos años rindiéndole pleitesía al plagiador) para que le sigan aplaudiendo vergonzosamente al modo Chino, Ruso o Coreano del Sur, para que le cubran la retirada.
Porque este cateto y embustero sin parangón ha demostrado desde hace muchos años que lo único que lo motiva en su vida es su enorme EGO, con mayúsculas. Nunca ha obrado pensando en nadie más que en él; prueben sino a recordar una por una sus actuaciones y no encontrarán ninguna en la que haya actuado pensando en las víctimas de Eta, o en las víctimas de la pandemia, en los jóvenes, en los ancianos, en la economía … en cualquier cosa. ¡Ni una sola! Él solo piensa en sí mismo, en su EGO.
Hay una frase sobre el ego, que pronunció Dean Acheson, secretario de Estado de los Estados Unidos desde 1949 hasta 1953, y consejero de cuatro presidentes de Estados Unidos y principal artífice de la política exterior de su país en la época de la Guerra Fría: “El gran corruptor del hombre público es el ego. Mirar a los espejos distrae la atención de los problemas”. Hagan ustedes un “corta y pega” y apliquen esta frase a nuestro (por desgracia) presidente.
Este trilero ha manejado a todos los suyos, y desde el principio, como meras marionetas y solo pensando en su conveniencia. Pero no ha tenido ningún empacho en someterse a lo peor de la política separatista, proetarra y antiespañola para tratar de seguir en La Moncloa. Le pasa igual que a Maduro: el importante es él y ¡nadie más! Según las previsiones más realistas, su tiempo está a punto de terminar. ¡Ojalá se cumpla el próximo mes! ¡Ya habrá tiempo de pedirle cuentas!
|