Aquel joven, nacido en Burgos en 1911, llamado Rafael Arnaiz Barón, señalado por ese DIOS al que estuvo abrazado durante toda su vida, fue guiado hacia el CISTER. Enfermo, tuvo que abandonar el Monasterio varias veces. El SEÑOR, sin embargo, le guiaba por la senda que ÉL había elegido.
Rafael, Hermano Rafael, en su silencio, SÓLO DIOS HABLABA y cuando él susurraba, MARÍA, su eterna MADRE y compañera, le decía al oído: “Rafael, calla y escucha”... Siempre se oía: “SÓLO DIOS BASTA”.
El Hermano Rafael, falleció el 26 de abril de 1938; tenía 27 años. San Juan Pablo II decía de él que ERA EL MÍSTICO DEL SIGLO XX, ejemplo para toda la juventud; había que aprender a ESCUCHAR. Más tarde, con el tiempo, su Trapa de Dueñas, fue recibiendo la herida permanente de la falta de OBLATOS... El Hermano Rafael seguro que no sonreía, pero, en su firmeza, siempre le escucharíamos: “SOLO DIOS BASTA”, “CALLAD y ESCUCHAD”, “EL SEÑOR PROVEERÁ”.
Hoy, julio de 2023, la realidad dolorosa, llena de esperanza, no oculta la progresiva enfermedad de la ausencia de vocaciones... , y el deterioro progresivo del Monasterio... TODOS debemos, en el silencio del que hablaba María, ORAR y ESCUCHAR. “Hermano Rafael, llama a la puerta de muchos jóvenes y recuérdales que el SEÑOR, CREADOR DEL INFINITO UNIVERSO, LES ESPERA... Dales una palmadita..., Háblales al oído:“DIOS QUIERE QUE LE ESCUCHES...”” Hermano Rafael, llena el Monasterio de Dueñas de ESPERANZA... ¡¡Qué la voz permanente de los vigías de la FE RESUENE por todo el valle!! Visitemos WEB del Monasterio. Contemplemos la vida de sus monjes. DONEMOS lo que cada uno pueda en su bondad. El Hermano Rafael sonreirá y siempre os escuchará. ¡GRACIAS!
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