Sintiendo un frío de muerte
que me rodea queriendo apoderarse de mí.
Vivir así, con protección y sin ella también, como quien anda sin estrella a pesar de haber nacido en un amanecer glorioso.
Vivir sufriendo por lo que se es, vivir sin querer mirar atrás y deseando tener un hermoso futuro que, sin embargo, tarda demasiado.
Vivir bajo el sol que creó Dios, esperando morir en cualquier momento, pasar por el mal trago de morir si se falla pues no puedo perder ni una batalla.
Vivir sin vivir en mí, como paloma herida que sin futuro se siente, que lucha por ser sana, pero a la que nadie ayuda a llegar a mañana.
Vivir de esta forma cruel, no es vivir, sino sobrevivir.
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