Como generación que se enfrenta a numerosas presiones sociales y al estrés añadido de la aun reciente pandemia, los Z recurren a los servicios sanitarios y de bienestar como medio para recuperar el control y aumentar su calidad de vida. Así lo indica la consultora estratégica Oliver Wyman en su informe "Generation Z: Shaping the Future of Consumer Trends" que, en su capítulo dedicado a la salud, destaca de estos jóvenes su preocupación por el autocuidado y la demanda que hacen de experiencias holísticas destinadas a mejorar el bienestar.
Basándose en una amplia investigación, entrevistas y análisis, este exhaustivo estudio ofrece perspectivas sobre las características, preferencias y comportamientos de la Generación Z (personas nacidas entre mediados de la década de 1990 y principios de la década de 2010) a la hora de atender a su salud y bienestar personal, y proporciona una guía práctica para las empresas y los profesionales del marketing de este sector que buscan comprender y comprometerse con este influyente grupo demográfico.
Con el nativismo digital como característica definitoria, esta generación está preparada para revolucionar la industria de la salud e impulsar las tendencias de consumo en este ámbito en los próximos años.
Entre los principales datos y estadísticas del informe, Oliver Wyman concluye que la Generación Z, conocida por su actitud proactiva hacia su salud física y mental, también ha declarado sentirse peor que el resto de las generaciones. Sin embargo, muestran una notable disposición a explorar diversas soluciones, tanto convencionales como alternativas, para mejorar su bienestar general. Con un fuerte énfasis en aquellas soluciones basadas en datos, la Generación Z valora la capacidad de medir y seguir su progreso, buscando una sensación de control en toda su historia sanitaria.
La salud mental es una prioridad
Según la investigación de Oliver Wyman, la salud mental será uno de los grandes retos a los que se enfrenta esta generación. El bienestar de la Generación Z se ha visto considerablemente afectado por la pandemia, ya que se han enfrentado a hechos y entornos desmoralizadores en la vida familiar, la escuela y las relaciones. Muchos Z pasaron los dos primeros años de su vida laboral aislados, mirando la pantalla del ordenador desde casa. Estas experiencias han pasado factura a su bienestar general y emocional, y casi el 50% de los miembros encuestados de la Generación Z afirman recibir tratamiento por ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo u otros problemas de salud mental. Esta cifra es casi el doble que la de otras generaciones, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de una asistencia sanitaria mental accesible y eficaz.
Los Z son 1,9 veces más propensos que otras generaciones a sufrir problemas de salud mental. Una de las razones de estas elevadas cifras podría ser la presión que se imponen a sí mismos. Como generación que se caracteriza por valorar y defender el activismo y la inclusión, también tiene mayores y más altas expectativas en múltiples aspectos de la vida, por lo que les resulta sencillo decepcionarse.
1- Datos recogidos del informe "Oliver Wyman Forum Global Consumer Sentiment Survey, September 2020–present, N = 2,916"
Sin embargo, la Generación Z también está más dispuesta que otras generaciones a hablar abiertamente de salud mental. Están rompiendo barreras y participando en conversaciones que antes se consideraban privadas o embarazosas. No sólo en lo relacionado con salud mental, los Z conversan sin tapujos de otros temas que antes eran tabú, como la salud femenina o las adicciones.
Por ejemplo, según el estudio, la Generación Z es un 63% más propensa que otras generaciones a hablar abiertamente de los ciclos menstruales en el lugar de trabajo. También un 41% de estos jóvenes, en el mismo entorno, son más propensos que otras generaciones a hablar abiertamente sobre la adicción y los retos asociados a ella, reflejando el compromiso de los Z con la eliminación de los estigmas y el fomento de una sociedad más inclusiva y solidaria.
Un nuevo perfil de paciente: digital, remoto e informado
El compromiso de la Generación Z con su historial sanitario va más allá de las conversaciones, extendiéndose hacia una búsqueda activa de orientación para desenvolverse en el sistema sanitario. Tienen el doble de probabilidades que otras generaciones de compartir información sanitaria personal a cambio de recibir asesoramiento sobre la mejor forma de navegar por el sistema, lo que demuestra su deseo de obtener información valiosa y ayuda personalizada para gestionar su salud eficazmente.
Para conectar con la Generación Z, los proveedores del sector de la salud y de servicios de bienestar deben diseñar experiencias relajantes, enriquecedoras, reparadoras y positivas. La Generación Z busca sentirse como en un balneario: desean un respiro de los problemas del mundo y experiencias que les tranquilicen. Sin embargo, también esperan tener acceso a la investigación y las técnicas médicas más avanzadas, garantizando que los tratamientos que decidan realizarse se basen en pruebas científicas. En este sentido, los proveedores deben encontrar un equilibrio entre proporcionar un entorno relajante y ofrecer soluciones eficaces respaldadas por una investigación rigurosa.
La afinidad de la generación Z por los datos y la tecnología también desempeña un papel importante en sus preferencias sanitarias. Se inclinan por los dispositivos portátiles y otras tecnologías que les permiten medir y hacer un seguimiento de su salud. Más de la mitad de los miembros de la Generación Z afirman que compartirían los datos de sus dispositivos portátiles con su aseguradora, una aplicación de terceros o un centro de salud, mucho más que otras generaciones. Esta disposición a compartir datos sanitarios demuestra su deseo de recibir experiencias sanitarias personalizadas y basadas en datos. La generación Z también está abierta a incorporar la tecnología en su apoyo a la salud mental, con un 24% que ya utiliza (o ha utilizado en los últimos 2 años) servicios de terapia en línea.
Los proveedores deben adaptarse, por tanto, a las expectativas digitales de la Generación Z y adoptar tecnologías que faciliten experiencias sanitarias cómodas y accesibles. Los Z esperan que sus proveedores de atención sanitaria estén fácilmente disponibles en línea y participen en conversaciones continuas a través de diversos canales digitales. Ya sea enviando mensajes de texto a través de un portal específico de la consulta, recibiendo respuestas rápidas tras enviar un mensaje de texto al número de teléfono personal de un médico o realizando una videollamada para comentar los resultados de una prueba, esta generación valora un mayor nivel de compromiso y accesibilidad por parte de sus proveedores sanitarios.
Oliver Wyman subraya la importancia de que los proveedores adapten su oferta a las expectativas de la Generación Z para beneficiarse de un mayor compromiso y de una relación más sólida entre paciente y proveedor. Es crucial, reiteran en el estudio, que los proveedores sanitarios creen experiencias que no sólo satisfagan las expectativas de la generación Z, sino que también fomenten la confianza, la inclusión y la atención personalizada.
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