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La Generación Z (nacidos entre finales de los 90 y principios de 2010), ha llegado al mercado laboral con una idea diferente de lo que significa tener éxito. Para esta nueva generación, trabajar para vivir, y no vivir para trabajar, es el mantra que guía sus decisiones profesionales. Este enfoque se ha popularizado bajo el término ‘quiet ambition’ (ambición silenciosa), concepto que se aleja de la idea de ascender rápidamente en la carrera profesional a cualquier coste.
Formada por jóvenes nacidos entre 1990 y 2010, la Generación Z representa hoy un tercio de la población mundial. Este grupo poblacional ha revolucionado la forma de consumir, movida por el hecho de ser nativos digitales que invierten continuamente en tecnología y que buscan siempre la inmediatez y la comodidad. Según datos de Statista, en 2023, más de 3,6 millones de españoles de entre 16 y 24 años adquirieron productos o servicios de forma online.
En un mundo cada vez más digitalizado, la captación de talento ha evolucionado radicalmente, adoptando estrategias innovadoras que se adaptan a las nuevas dinámicas del mercado laboral. El estudio “The Good Digital Company” asegura que el perfil digital junior con formación especializada es uno de los que más busca cambiar de trabajo (34%) y de los más difíciles de captar y fidelizar, pese al esfuerzo que supone formarlos en el ámbito empresarial.
Los jóvenes españoles han adoptado de manera masiva las plataformas de streaming, relegando a un segundo plano la televisión tradicional. La inmediatez y la posibilidad de consumir contenido a la carta han marcado un cambio en los hábitos de las generaciones más jóvenes. La televisión lineal no satisface las expectativas de un público acostumbrado a la interactividad en un mundo digital. En España, el 64% de los jóvenes entre 18 y 24 años prefiere programas en streaming.
En el VIII Barómetro DCH sobre la Gestión del Talento en España, Portugal y Latinoamérica se constata, entre otras conclusiones, la búsqueda constante de nuevos talentos por parte de las empresas, especialmente de perfiles junior. El informe también indica que la mayoría de las personas, más del 75%, se centran en el salario a la hora de rotar de trabajo, seguido de la falta de expectativas en su carrera, el estilo de liderazgo y la flexibilidad laboral.
En realidad se llaman “prácticas afectivas muy poco responsables” y detrás de ellas se pueden esconder problemas de salud mental, trastornos de personalidad y baja autoestima. Las redes sociales han hecho proliferar estos anglicismos, pero también se han convertido en aliadas para visibilizar, desestigmatizar y combatir la discriminación. La generación Z está ayudando a dar más voz a este tipo de situaciones.
AECOC Shopperview ha publicado el estudio ‘La generación Z: el consumidor del futuro’, que radiografía a los consumidores nacidos entre 1995 y 2010 para conocer sus intereses y prioridades. A pesar de dibujar a un comprador que se apoya en los medios digitales para tomar sus decisiones, el estudio muestra cómo la tienda física sigue siendo el principal canal de compra para estos consumidores.
Son los nacidos entre 1990 y 2010, los de la inmediatez de las redes sociales, los de la hipercomunicación de la mensajería instantánea, los de la conciencia medioambiental y, sí, también, los que, al contrario que sus mayores, trabajan para vivir y no a la inversa. Además, y según un estudio, los Z son más conscientes de la importancia de la salud mental y los más abiertos a participar en los debates sobre ella en las conversaciones sociales.
Como generación que se enfrenta a numerosas presiones sociales y al estrés añadido de la aun reciente pandemia, los Z recurren a los servicios sanitarios y de bienestar como medio para recuperar el control y aumentar su calidad de vida. Así lo indica la consultora estratégica Oliver Wyman, que destaca de estos jóvenes su preocupación por el autocuidado y la demanda que hacen de experiencias holísticas destinadas a mejorar el bienestar.
La Generación Z (nacidos entre 1996 y 2010) se ha convertido en una fuerza impulsora en el panorama del comercio electrónico. Su identidad ha sido moldeada por la era digital, la ansiedad climática y un panorama financiero cambiante debido a los acontecimientos de los últimos años. Estos jóvenes, considerados los primeros nativos digitales, están hiperconectados y su comportamiento de compra se ve influenciado por su exposición a Internet y las reseñas en línea.
La ropa 'genderless' (sin género) y el respeto por la diferencia de cuerpos se ha asentado entre la masa social y con el apoyo de sus principales representantes en el mundo del arte como puede ser la música o el cine. La libertad a la hora de preparar diseños y estilismos ha ido acompañada de la misma libertad para lucirlo en diferentes cuerpos.
La simple observación de la realidad cotidiana proporciona una forma de captar y percibir el mundo desde tu propia historia personal, influida naturalmente por la educación recibida, los valores y las creencias arraigados y las emociones o percepciones disfrutadas o sufridas.
La moda sostenible es una realidad, pero todavía no estamos todos concienciados sobre la importancia de trabajar en un modelo circular en el sector textil. ¿Por qué nos cuesta tanto? Para poder entender y transmitir mensajes claros que calen en los públicos, es importante identificar cuales son las distintas generaciones que existen, y así comprender sus formas de pensar y actuar.
Como definición los centennials o generación Z, son jóvenes nacidos a partir del año 1997, hiperconectados y que han vivido desde siempre rodeados de dispositivos móviles, lo que lleva a que su relación con la tecnología sea algo totalmente natural.
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