El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, debe ser cesado de forma fulminante. Digo cesado y no esperar a que dimita. Y debe hacerse porque de esta forma se da ejemplo de respeto a todas las deportistas y a todas las mujeres en general.
Era motivo de cese al ver las imágenes besando a la jugadora Jennifer Hermoso pero lo es más al escuchar lo que declaró en una emisora de radio diciendo que es un beso entre dos amigos.
A quien habría que preguntar primero es a Hermoso, no al que comete el abuso de poder sobre una jugadora de la Selección. Pero tampoco importa lo que diga si ya lo vemos en las imágenes y si ya sabemos qué posición ocupa cada uno en la vida pública.
Es que no va de amigos, señor Rubiales, va, de que usted ocupa un puesto de responsabilidad y la jugadora forma parte de un equipo que usted comanda de alguna manera. Usted es un hombre y ella una mujer. En los dos se mira la sociedad por la responsabilidad pública que conllevan sus cargos.
No importa la relación que haya entre los dos, como si se aman a escondidas o lo hacen público en unas horas, no importa la vida privada para el caso que nos ocupa. Solo vale la dimisión, por reconocimiento del error, o por cese inmediato a quien corresponda tomar la decisión.
La condena y la denuncia de este comportamiento de Rubiales tienen repercusión en la vida deportiva de tantas mujeres que no cabe ninguna duda de por qué actuar de forma drástica contra Rubiales para dar ejemplo.
Son innumerables los casos de niños, pero especialmente de niñas, que sufren acoso sexual en el deporte. Sean casos destacados, como sean ejemplos de esfuerzo sin llegar a ninguna meta, siempre hay un agresor acechando al desvalido, y a la niña por ser niña.
Este caso no ocurrió en la penumbra de una cancha deportiva a última hora de la tarde; no ocurrió en el vestuario femenino al calor de algún buen resultado; no ocurrió en el transporte compartido entre entrenadores y jugadoras cuando vuelven a casa después de una jornada de esfuerzo, ocurrió delante de todo el mundo, a miles de kilómetros de España, donde se celebraba el triunfo por primera vez de la Selección Española Femenina de Fútbol, allí estaba Rubieles para recordarnos que las actitudes machistas forman parte de nuestra cultura y que son muy difíciles de erradicar.
Para ejemplo de lo anterior, la respuesta del locutor de radio que entrevistaba a Rubiales, dice que le pareció ingeniosa su contestación cuando le argumentó que fue un beso entre dos amigos.
|