Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Psicología y sexualidad
Etiquetas | Duelo | fallecimiento | Niños | Menores | Terapias

Los menores de entre 7 y 14 años tienen más dificultades para superar la muerte de un familiar

Comportamientos como la falta de higiene, el insomnio o la insociabilidad pueden alertar de que no está lidiando adecuadamente con la pérdida de un ser querido
Redacción
martes, 31 de octubre de 2023, 12:27 h (CET)

Pexels pixabay 48794


El fallecimiento de un ser querido puede acarrear graves consecuencias psicológicas, especialmente en el caso de los niños y adolescentes. El doctor Javier Urra, director clínico de RECURRA-GINSO, señala que la intervención de padres y tutores se vuelve crucial si los menores afectados por la pérdida tienen edades comprendidas entre los 7 y 14 años. "A partir de los 7, la cuestión de la muerte puede tener un impacto significativo. Los niños comienzan a desarrollar una mayor conciencia del entorno y a interactuar más con él. Si no comprenden que la muerte es un aspecto natural de la vida, los niños pueden experimentar un vacío emocional que obstaculiza su desarrollo normal”, apunta.


Urra también destaca que en jóvenes de 13 años el proceso se vuelve aún más complejo, ya que los adolescentes anhelan una mayor independencia, lo que a menudo resulta en una falta de comunicación con sus padres. En lugar de ver esto como algo normal en la adolescencia, los padres deben abordar este tema con cercanía, respeto e incluso compartir sus propias emociones y dolor. En palabras de Javier: "No es tanto lo que se dice, sino la autenticidad con la que se comunica la verdad. Un día nuestros abuelos morirán, un día moriremos nosotros y un día morirán ellos. Pero lo importante es cómo hemos llenado de significado la vida".


Algunas alteraciones en el comportamiento, como la falta de higiene, el sedentarismo, el insomnio, la pérdida de apetito, el aislamiento social o actitudes negativas hacia este evento, actúan como señales de alerta que permiten identificar si un menor está lidiando adecuadamente con la pérdida de un ser cercano. En ese sentido, el experto de RECURRA-GINSO señala que la mejor forma de ayudar al menor a superar el sentimiento de pérdida es encomendarle a tener un nuevo propósito de vida, a través del apoyo a los demás. "La manera más óptima de reconstruirse a uno mismo es ayudando al resto. Con este pilar fundamental debemos mostrar a los niños que el familiar fallecido desearía que superasen el dolor y ayudasen a quienes los necesitan. Así, cuando ellos están bien, sus amigos, familiares y seres queridos también pueden estarlo", explica Javier Urra.


Si finalmente se requiere apoyo psicológico clínico, Javier Urra enfatiza la importancia de buscar ayuda profesional. En este sentido, RECURRA-GINSO cuenta con clínicas especializadas que ofrecen diferentes canales y programas de intervención. Una de las propuestas destacadas es el Hospital de Día Retiro RECURRA-GINSO, que brinda terapia especializada para permitir que los menores vuelvan a encontrar un equilibrio emocional saludable, ya sea tras la pérdida de un familiar o debido a otros problemas que afecten negativamente a la salud mental de los niños y adolescentes.


“Los niños son más adaptables, pero también muchas veces callan sus sentimientos y no los transmiten. Para los que no asumen bien la pérdida, mostrándose negativistas y oposicionistas a todo, el Hospital de Día logra ofrecerles un gran apoyo. Es capaz de crear una distancia óptima y profesional que discierne, no lo observable en el exterior, sino lo callado en el interior y el por qué”, concluye Urra.

Noticias relacionadas

La intimidad es la base sobre la que se construye la conexión emocional y física. Sin embargo, el ajetreo cotidiano, la falta de tiempo, el cansancio y el uso del móvil o redes sociales marcan el distanciamiento emocional de las parejas españolas. Según un estudio, 9 de cada 10 parejas reconocen tener obstáculos en su intimidad, tan solo el 57% habla en la cama sobre las rutinas del día a día y la mitad confiesa que lo último que mira cada noche es el móvil.

Pasamos la vida creyendo que nuestros padres eran eternos. Fueron gigantes. Incansables. Sabían todas las respuestas, solucionaban todo. Nos dieron cariño, consejos y nos pusieron límites y, muchas veces, hasta la ilusión de que el mundo estaba bajo control mientras ellos estuvieran cerca. Pero un día —no sabemos bien cuál— algo cambia.

Es necesario y sobre todo, imprescindible tener un trabajo que sustente todas nuestras necesidades diarias. Las tareas laborales nos dan utilidad y también prestigio, porque tener la obligación de realizar algo de forma permanente nos da estabilidad y nos va formando como personas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto