Sin duda nos encontramos ante una obra de referencia en el ámbito de la psicología, no obstante, a pesar de haberse escrito en 1995, ha sido tanta la repercusión en la sociedad, no solo en la americana sino también en la del resto del mundo que, hoy en día, en pleno siglo XXI, sus contenidos son plenamente vigentes y aplicables a nuestra sociedad actual.
Su autor Daniel Goleman es considerado el padre de la inteligencia emocional y ha escrito junto a este libro otros como, La práctica de la inteligencia emocional, Inteligencia emocional en el trabajo, Emociones destructivas o Los caminos de la mediación.
Se trata de un libro muy didáctico y a su vez metodológico, ya que, ilustra, a través de ejemplos muy claros, el uso de la inteligencia emocional en nuestro día a día, así como también demuestra cómo, el dominio de las emociones, puede convertirnos en una persona de éxito y alcanzar todas nuestras metas.
La principal ventaja de este manual es que está organizado de una manera bastante pedagógica, permitiendo así comprender de manera más clara el propósito general de la obra.
En primer lugar, se hace un estudio detallado de la anatomía cerebral para, seguidamente describir su funcionamiento y demostrar que el cerebro emocional no es algo innato, sino que puede ser entrenado para mejorar nuestras relaciones con los demás.
El contenido propiamente dicho, se divide en cinco grandes bloques, que a su vez se subdividen en varios capítulos. Grosso modo dichos bloques son: El cerebro emocional, La naturaleza de la inteligencia emocional, Inteligencia emocional aplicada, Una puerta abierta a la oportunidad y La alfabetización emocional.
Mención aparte merecen los seis apéndices en los que Goleman demuestra con hechos los beneficios de la aplicación de la inteligencia emocional en las escuelas y en las empresas.
Me gustaría terminar esta reseña haciendo hincapié en las notas al final del libro en las que, entre otras, se dan cifras concretas que justifican la educación de la Inteligencia Emocional desde la niñez para evitar diferentes problemas conductuales como el suicidio, el acoso escolar o la delincuencia juvenil.
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