Abramos nuestro corazón en este mes dicembrino y siempre, para que prospere la paz, en nuestra Nicaragua y en el orbe, pues, guerra o desorden social no se quiere, ni que ardamos en llamas. ¿Qué se lograría con eso? Por supuesto que nada. Ladrar de lejos es bien fácil.
De tal suerte. No es razonable, mucho menos justo que, ciertos estén aprovechándose de la imagen de otro (as) personalidades para proferir epítetos de toda índole para pretender lograr objetivos macabros propios o cumplidos de interpósitas personas, para proliferar el mal, eso no es bien visto a los ojos de nadie, ni de Dios Todopoderoso. Es mucho mejor ser promotor de paz.
La mejor respuesta, es continuar tú vida viviéndola. No hay que darle satisfacción a interpósitas serpientes. Esas echan veneno y sacan provecho personalísimo, lo cual no es justo usar para después ser.
No aprovechemos cierta (s) situaciones para sacar ventaja. Es muy fácil estar azuzando, induciendo hacia destino escabrosos. Recordemos, un cuento bien metido, jamás será olvidado y trae consecuencias muy serias a la sociedad, nación, que, quizás pueda desembocar en realidades extrañas socialmente y personal.
En consecuencia, la perseverancia es líder, Nunca es tarde, jamás, pues, los vivos bailan su propio son, y los muertos igual, ahí ambas son vidas, cada cual es su tiempo y habitad… Algo pasó, pasará. Pero, si ya se sabe ello, evitar es más sabio que meterse en un remolino para crear huracán (es) Nunca alejarse, eso se nota. Siempre habrá razones, pero, si algo no interesa, no importa, el camino está esperando. Vuelve, pero tú volverás. Nunca te equivocaste de camino, simplemente, nunca fue tuyo.
Es imprescindible, que desde un notable acuerdo social como una manera expresa y expedida se logre colaborar en la creación artística como forma preciosa de una nova vida consciente, y por antonomasia implícitamente como esencia de nuestra vida predominante individual y colectiva.
Entonces, ¡gobernar con cultura es la raíz de la historia de futuro! porque se dejará de tener formas, matices, superpuestas socialmente, de vida, para así incorporar a nuestra identidad de la esencia de nuestro ser socialmente hablando, como proyecto de cara al futuro.
Por supuesto, siempre existirán maneras y formas recurrentes, que nacerán desde lo interno de la sociedad, es ahí que gobernar con cultura, sería la propia lectura que encaje la señal anhelada y buena andanza constructiva para todos.
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