Este fin de semana, se han cumplido 100 días de la guerra entre Israel y Gaza, marcados por la situación de catástrofe alimentaria, al borde de la hambruna, el brote de enfermedades, un número cada vez mayor de muertes de mujeres y niños, y un acceso humanitario extremadamente limitado.
"Como organización humanitaria -imparcial, independiente y neutral-, la prioridad de Acción contra el Hambre es tener acceso seguro, sostenido y suficiente a la población vulnerable para garantizar que dispone de lo básico para sobrevivir”, afirma Chiara Saccardi, responsable regional de Operaciones de Acción contra el Hambre en Oriente Medio. “En este caso, hablamos de toda la población de Gaza: desplazados, hambrientos, sedientos, y muchos enfermos y heridos. La situación es más que desesperada y, desde el punto de vista operativo, no contamos con las condiciones necesarias para satisfacer estas necesidades vitales a la escala requerida. Como organización humanitaria, esto nos preocupa profundamente, cuando deberíamos tener este acceso y protección durante los conflictos armados. Más personas morirán de hambre y enfermedades si no hay un alto el fuego inmediato y un aumento de la ayuda", concluye Chiara Saccardi.
Durante 100 días, agencias humanitarias como Acción contra el Hambre han estado trabajando en condiciones extremas para distribuir algunos artículos básicos para la supervivencia. Nuestro personal está agotado, enfermo, desplazado, pero sigue adelante. Necesitamos un alto el fuego. Acción contra el Hambre está gravemente preocupada por la enorme pérdida de vidas de palestinos en Gaza, especialmente de mujeres y niños, así como por las condiciones de los rehenes y pedimos su liberación inmediata e incondicional.
NUESTRO IMPACTO EN GAZA DESDE EL 7 DE OCTUBRE
Durante más de tres meses, Acción contra el Hambre ha estado trabajando en condiciones extremas y peligrosas para proporcionar agua potable en camiones cisterna, distribución de artículos de higiene y refugio, y alimentos frescos a los habitantes de Gaza, tanto desplazados como de las comunidades de acogida, además de servicios de limpieza y gestión de residuos sólidos para los refugios de desplazados, y construcción y suministro de letrinas e instalaciones para lavarse las manos.
En cifras, nuestros equipos pudieron distribuir 1 millón de litros de agua potable, que llegaron a más de 51.600 desplazados internos; mientras que más de 17.440 personas recibieron paquetes de alimentos frescos, que les proporcionaron verduras y frutas frescas en un momento en el que la mayoría de las tiendas de Gaza estaban casi agotadas. Al mismo tiempo, hemos podido distribuir artículos de higiene a 19 refugios de desplazados internos, la mayoría en Rafah, lo que ha beneficiado a más de 95.900 personas; y artículos de refugio, principalmente láminas de plástico y madera, ya que es lo que había disponible en el mercado local, a casi 17.500 personas en 10 refugios de desplazados internos.
Sin embargo, debido al bloqueo continuado de Gaza, no llega suficiente ayuda vital a la población necesitada. El suministro en el mercado local es limitado y la inflación se ha disparado, lo que hace que los precios sean inaccesibles para la mayoría, y el acceso a la ayuda es desigual, ya que la gente sigue desplazándose y ya no podemos llegar a las zonas del norte, donde la gente sufre más hambre, debido a los combates y a la falta de transporte.
A pesar de esta situación sin precedentes, nuestros equipos pudieron llegar a 340.00 personas en total en Gaza -aproximadamente 60.000 familias- desde el 18 de octubre hasta el 21 de diciembre de 2023. Casi la mitad de ellas (48%) eran niños.
La mayoría de nuestros beneficiarios, ya que la gente seguía desplazándose hacia el sur en busca de un refugio seguro, se encontraban en Rafah (50%). El resto se encontraba en Jan Yunis (18%), el norte de Gaza (18%) y la zona central (14%).
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