Vivimos hoy un tiempo en el que la lucha por el talento en los territorios se muestra como un elemento permanente y constante en las estrategias de los países, ciudades o regiones. Así, en plena revolución de la tecnología y la inteligencia artificial, las capacidades humanas de innovación y profesionalización de vanguardia siguen siendo elementos fundamentales para la construcción de un territorio líder en la globalidad de un mundo complejo y con cada vez mayores retos para la sociedad del presente y del futuro. Es este el desafío al que los ecosistemas se enfrentan, la capacidad no sólo de atraer perfiles de empresas disruptivas, inversión o posicionamiento, sino personas que puedan convertirse en el eje fundamental de impulso a los hubs o clusters.
Así, la formación orientada a las tendencias del mercado, el ajuste de tiempos de la misma o la especialización de los procesos de capacitación,el reconocimiento profesional y económico de las personas en base a la exigencia del mercado, la estrategia de aterrizaje en los territorios o la creación de marcos jurídicos que favorezcan la retención y la atracción del talento son pilares en los que cada territorio debe configurar sus argamasas de base y crecimiento en una estrategia de construcción de ecosistema. Y todo ello, a partir de un ejeeducación – especialización – inversión – innovación e internacionalización que debe desde la colaboración público-privada configuran un eje de actuaciones permanentes que deben de tener en la acción colaborativa de los agentes públicos y privados un elemento de presencia en toda planificación estratégica para lograr el éxito del desarrollo de un territorio.
No cabe, crecimiento de un territorio sin a mi juicio estas claves de apoyo a la iniciativa privada desde el marco colaborativo generado para su desarrollo óptimo y generación de bienestar compartido para todas las esferas del territorio donde la innovación equivale a progreso, hoy más que nunca.No por menos, es a través de la innovación mediante la cual se generan nuevas ideas, procesos y productos que transforman las realidades económicas y sociales. Por tanto, la construcción de territorios innovadores implica fomentar y promover la cultura de la innovación tanto en el ámbito empresarial como en el académico.Es aquí donde el papel de la educación a todos sus niveles y el de las universidades en su fase de formación superior los elementos que juegan un papel fundamental en la formación de profesionales capaces de impulsar y liderar proyectos innovadores, conectando la capacidad emprendedora e investigadora con el tejido económico y productivo.
La incorporación de los procesos de capacidad emprendedora en fases tempranas, el impulso a las herramientas creativas y de investigación, la transformación de los espacios educativos en relación a nuevos modelos de enseñanza que se sirvan de las tecnologías de vanguardia o la vinculación de los tiempos de demanda del mismo con la capacitación del ecosistema universitario , formativo y capacitador de conformar profesionales capaces de insertarse en los propios hubs y clusters de cada ámbito se muestran como elementos diferenciadores por ello del éxito de los territorios en su proceso de posicionamiento en el marco global.
Y junto a ello, no podemos dejar de lado el fundamental protagonismo del emprendimiento,es este otro factor clave en la construcción de territorios innovadores de éxito. No por menos, son las personasemprendedoras las que atreven a materializar sus ideas innovadoras y convertirlas en proyectos de impacto en los territorios. Con un ADN de asunción del riesgo y con la ambición de superación positiva necesaria, son a este tipo de elementos de nuestra sociedad que estén o que quieran llegar a los territorios para emprender a los que se les debe generar un espacio óptimo para ello, de real apoyo a través de ingredientes fundamentales como los de la exención impositiva completa a todos los niveles durante sus primeros años de vida, el impulso aún mayor si cabe a la inversión que decaiga en el apoyo a estos procesos de emprendimiento del ecosistema startup , con ampliación del foco no sólo a las personas con rol de inversor, sino a las empresas, corporates o vehículos que se conforman en estos apoyos fundamentales de riesgo ante ideas de futuro.
En definitiva, actuación pública y privada que permita convertir a los espacios y territorios en receptáculos del talento, la innovación, el progreso, la riqueza y el bienestar compartido. Por ello, sólo aquellos que desde el liderazgo público y privado entiendan estas claves estarán posicionados en la gran competencia global por el talento y el progreso económico, social y humano.
Vivimos un tiempo de oportunidades, de desafíos y retos, pero un momento único en la historia para ser capaces de construir el mayor avance como sociedad en nuestra historia, o por contra de no acertar en nuestras decisiones en generar un mundo cada más desigual y menos libre, más deshumanizado y menos sostenible.
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