Decía el poeta Francisco Brines que “cuando la poesía es honesta, es iluminadora”, porque la poesía, consideraba, “es un espejo en el que asoma el rostro del que la escribe”.
A casi tres años de su fallecimiento y como homenaje por su 92 aniversario natal, un grupo de amigos quieren recordar al autor de cumbres poéticas como Las brasas, Palabras a la oscuridad, El otoño de las rosas o La última costa, mediante un recital poético y musical que tendrá lugar el próximo jueves 22 de febrero a las 19 horas en el espacio cultural L'Enginy, de la ciudad valenciana de Oliva.
En dicho homenaje participarán los poetas Carlos Marzal, José Antonio Olmedo, Juan Pablo Zapater, Adelina Navarro, Juan Luis Bendis, Paco Mestre, Pedro Cueto y Carlos Rubio Rosell, y contará con la intervención musical del violinista Guillem Ponzoda Andrés.
El Homenaje quiere asimismo subrayar la importancia de la memoria poética de Francisco Brines, Premio Cervantes de Literatura, pues como él mismo destacaba, "cuando los poetas escriben, si actúan con honestidad, aparecen ellos mismos al final de sus obras y descubren cómo son cuando se ven en ellas".
Porque esa es, precisamente, la importancia que Francisco Brines daba a la poesía, para él "un espejo en el que asoma el rostro del que la escribe, ese ser humano que vive en un momento histórico y en un lugar geográfico; ese ser humano que vive en una tierra que no es ajena a los alientos filosóficos, políticos, sociales y culturales de su tiempo y en cuyo entorno el individuo se tiene que acomodar”.
Y es que como subrayaba Francisco Brines, “la poesía hace falta siempre, en primer lugar el lector de poesía, quien como hombre de espíritu tiene un criterio mucho más amplio gracias a ella y con ese bagaje actúa en ámbitos públicos como habitante de este mundo”.
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