Con la inquietud propia después de haber recibido opiniones y criticas al buen concepto que tradicional he tenido y manejado del maestro y erudito literario y especial dariano del chileno Don Fidel Coloma González, (20/12/1926-27/03/1995) nicaragüense por adopción y cariño tenido en esta tierra pinolera hasta su muerte en la ciudad de Managua, capital de Nicaragua, mismo gobierno de entonces que dada su valiosa contribución a las letras decreto duelo nacional. Lo anterior ha motivado que relea una de su obra: “Introducción al estudio de Azul…” y otros ensayos de su autoría, principalmente sobre nuestro poeta Rubén Darío.
Lo anterior ha hecho comprobar los finos y acertados análisis, cultura y erudición que sobre nuestro Héroe Nacional sus estudios y análisis, lejos de ser anacrónicos, son todas unas verdaderas lecciones, en cuanto las obras estudiadas, y de las variadas facetas sobre la personalidad integral del poeta Rubén Darío. Cabe mencionar que el profesor Coloma González fue uno de los primeros en abordar dentro de sus cátedras magistrales el tema y legado de las obras de Darío.
Lectura fuente que nos hace reafirmar, que Rubén era un Poeta con todo un sentimiento humanismo al abordar los problemas de su tiempo como realidad de contrastes. Su espiritualidad siempre fue con sentido moral y anhelo cristiano. Algunos críticos contemporáneos y aun posteriores a su época, han sido errados y hasta detractoras, en cuanto a sus apreciaciones como agudo y sensible observador, por no conocerle a cabalidad y a plenitud, tanto en verso como en prosa. Y la culpa en principio es nuestra, porque no nos hemos preocupado por editar y publicar sus obras completas de manera responsable con el tinte de verdaderos conocedores y profesionalmente de su obra y legado; a precio accesible, aunado a una catedra sostenible que permita conocerle integralmente. Su obra es amplia y de profundo contenido, recordando que fue a través de un movimiento modernista que trastoco los moldes tradicionales de nuestra lengua castellana. Movimiento que ahondo en lo humano de la humanidad y con una filosofía no solo de su vivir en su época, sino en lo ideal y en etapa posterior a su existencia. Su genialidad no solo era de artista enamorado de lo bello, sino que todo un visionario.
Como política es loable la masificación de su figura como héroe cultural, y se conozca el ABC de la virtuosidad de su grandeza, a efecto de ser orgullo de nuestra nicaraguanidad, mas no adecuarlo a una política particular y circunstancial o partidaria. Aquí cabe recordar lo afirmado por nuestro maestro Don Guillermo Rothschuh Tablada “dichosos los pueblos, --no digo gobiernos—que tienen como base de sustentación a un intelectual, a un pensador de valía. Dichoso el pueblo de Nicaragua, que tiene como primera de su propia identidad a un poeta, a un humanista, a un hombre como Rubén Darío”.
Para Rubén Darío el lugar mas elevado esta en el arte, de ahí que en Dilucidaciones en Canto Errante afirmara: “Como hombre, he vivido en lo cotidiano, como Poeta, no he claudicado nunca, pues siempre he tendido a la eternidad”.
Conste la política a Rubén, no le era extraña. Nos referimos a la alta política, por lo que creía que el artista sí tenia un compromiso con los problemas de su pueblo y de su tiempo, y que el pensador debe asumir una posición por las causas sanas y acorde a sus convicciones.
La seriedad era un rasgo muy importante en su personalidad nos dice el profesor Coloma González, de ahí la responsabilidad mostrada ante su compromiso como periodista con el diario La Nación, en la profesión que necesariamente se vio obligado a ejercer para sufragar sus necesidades, ya que sufría limitaciones económicas serias. Dramática fue su vida, pero con responsabilidad cumplió siempre sus compromisos sea cuando residió en España, en Francia o en sus estadías en Italia o Brasil entre otros países.
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