Si analizan cómo está el mundo, en lo que respecta a los abortos y a la eutanasia, debemos ponernos en vigilante alerta. Porque para que “los progresistas” puedan seguir haciendo las políticas de “gastos superfluos”, lo “ideal” -según ellos- es que “no haya nacimientos” y que los pensionistas “no vivan muchos años”. Ya sabemos que para aplicar la eutanasia no será necesario estar enfermo. Y es posible que se nombren “brigadas informativas” para convencer de las ventajas de la eutanasia para no tener que soportar los rigores de la vejez ¡qué generosos! Algunos políticos hasta piensan imponer a los médicos algunas “tareas” obligatorias para cumplir esos fines.Y es porque a estos tíos, tías y tíes, les encantan los abortos para “disfrutar la vida” y cortar las de los mayores cuando les plazca “para evitar el sufrimiento”.
Ante esta situación, queridos colegas pensionistas, os doy este consejo: cuidaros mucho y sufrir en silencio vuestros males, no presumáis de que os duelen las rodillas, la espalda o la cintura. No contéis a nadie que hacéis malas digestiones; acudir “de tapadillo” a la farmacia y decir que el bicarbonato lo compráis para limpiar objetos de metal. No vayan a crear una PCPC (policía contra el padecimiento corporal) que os puede llevar más ligeros hacia el camposanto. Evitad las cojeras llamativas y no digáis que tenéis un padrastro, uñero o panadizo. ¡Puede ser vuestra ruina! Hacedme caso. ¡Viva la ancianidad cautelosa!
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