La campaña de descrédito contra la buena imagen y el honor del presidente del gobierno se ha desatado, de una forma virulenta, estos últimos días y semanas. Parece que se quiere lograr mediante descalificaciones el acoso y derribo de Pedro Sánchez. Según distintos medios de comunicación el inicio de una investigación judicial contra la esposa de Sánchez es un disparate, ya que no existen indicios suficientes para la misma.
Es cierto que existe una Inspección del Poder Judicial que puede intervenir, pero no lo ha hecho. Se puede pensar si existe una sola prueba o indicio de peso para el inicio de un proceso penal sobre la conducta de la pareja de Sánchez y la respuesta parece ser que no.
Que circulen informaciones falsas y desmentidas, por medios periodísticos más solventes y en algunos casos por la justicia, añade más crispación al ambiente político español. Se observa y nota que el tráfico de influencias o corrupción, que algunos medios consideran que se ha producido en relación con la mujer de Sánchez, es algo sin demostrar y una simple especulación sin fundamento, si no se verifica en sede judicial.
Es evidente que la derecha no ha aceptado su derrota en las pasadas elecciones generales, pero eso mismo no justifica que se desarrolle ante la opinión pública un ataque feroz contra el presidente. La famosa carta pública de Pedro Sánchez es una expresión de su hartazgo ante la presión política desmedida de la oposición política.
Se entiende que el presidente se sienta atacado injustamente y que esto le afecte profundamente, hasta el punto de iniciar un periodo de reflexión que terminará este lunes, con una decisión acerca de su posible dimisión o no. Desde el partido socialista se desea que continúe realizando su labor política con su dedicación, que busca la justicia social y la prosperidad general de todos los ciudadanos. La mejor decisión es que no dimita.
Según algunos periodistas de mucho prestigio, se trata de conseguir por medios no democráticos la caída de un gobierno, para que haya nuevas elecciones generales en el próximo verano y dar un supuesto vuelco total al panorama político. Las denuncias y las querellas, aunque sean falsas, generalmente hacen un daño terrible en un mundo como el actual, en el que proliferan los bulos y las noticias falsas. Es preciso y necesario partir de noticias verdaderas contrastadas con rigor y profesionalidad. Aunque, lamentablemente, estamos en la época de la posverdad. Las coaliciones para gobernar son plenamente legítimas, aunque algunos partidos políticos no lo consideren de esta forma, especialmente, si no son capaces de llegar a tener los suficientes apoyos para ejercer el poder político.
Se está viviendo una situación política y social enrarecida, por causa de la presunta corrupción. La presunción de inocencia es una línea roja, que no se puede cruzar. Otra cuestión diferente es una sentencia judicial condenatoria, un claro pronunciamiento judicial o un proceso acusatorio efectivo, en ese caso, se debe dimitir, en mi opinión. Y esto no se ha producido en relación con el presunto tráfico de influencias, que se va a investigar a nivel judicial.
El principio de mérito y capacidad rige en el acceso a los trabajos de carácter público y esto está establecido de modo legal, de una manera muy clara y diáfana. Ninguna autoridad política puede nombrar para ningún cargo a familiares o amigos, por favoritismo incurriendo en nepotismo. Y se han publicado noticias en este sentido, que afectan negativamente al presidente del gobierno.
En relación con el pago de impuestos es evidente que es una obligación de todos los ciudadanos respetar y cumplir las leyes y normas tributarias. Si bien su incumplimiento tiene que ser probado y demostrado y también es aplicable la presunción de inocencia, mientras no se demuestre lo contrario, a través de las instancias pertinentes en todo estado de derecho.
Esto lo digo en relación con noticias que están publicadas sobre un familiar del presidente del gobierno y que han llegado incluso a expresarse en la radio española. Por supuesto, existe la libertad de expresión, pero también la comprobación de la verdad o verosimilitud de la noticia que se manifiesta a través de las ondas, de la prensa o de las cadenas televisivas.
Lo que está sucediendo parece un ataque a la familia de Pedro Sánchez y a su persona, con el fin de que deje el poder y de esta manera que no se complete la legislatura de cuatro años, con todo lo que eso supone en relación con la continuidad de la estabilidad política y de medidas que propicien avances sociales y económicos, que son absolutamente necesarios.
La labor política y social de Sánchez desde una perspectiva internacional, en mi opinión, es impecable. A nivel nacional, valoro especialmente las medidas sociales y económicas implantadas, aunque no comparto lo realizado con la amnistía, porque estoy convencido de que no solucionará la problemática causada por el independentismo secesionista a ultranza. Una gestión política como la del presidente Sánchez me parece notable, aunque mejorable con más dinero, para erradicar la pobreza y la desigualdad en España.
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