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Consejos doy y para mí no tengo. Algo así debió decir el diputado ahora dimitido tras los acontecimientos de abuso y violencia sexual a una mujer que lo ha denunciado en la Policía y a otras, que de momento solo lo hacen en las redes sociales. El comunista “Milhouse” se ha pasado años sin reconocer la presunción de inocencia a Ayuso, a su hermano y a cuantos han pasado por delante de él, de ahí que no espere que la sociedad se lo reconozca, aunque la ley le ampare.
Parece ser que, en esta nueva época y en estos tiempos que corren, para algunos, lo importante no es estar comprometido con los derechos de las mujeres y con la justicia, sino que, lo verdaderamente importante, es aparentarlo. Tal es así que individuos como nuestro chiacchierone Iñigo Errejón ha dejado la política, así como de sorpresa ante todos sus correligionarios.
Me ceñiré a España porque es lo que nos toca más de cerca, aunque se esté padeciendo a nivel mundial. Estamos viviendo un momento un tanto convulso e incierto políticamente, ya que se remerora un pasado cuyo final terminó como todos sabemos, mejor dicho unos cuantos, ya que una gran mayoría no tienen ni idea de lo ocurrido debido al pésimo sistema educativo que llevamos sufriendo, y como dice el dicho, quien no conoce su historia está condenado a repetir los errores habidos.
Tal y como Vd, me ha pedido, Sr Sánchez, me he tomado un poco de tiempo para leer (no solo una vez), el contenido de la carta pública que nos ha enviado a todos los españoles el pasado miércoles. Le confieso que más que su contenido, nada atractivo desde el punto de vista literario y de escaso valor político, me interesaba conocer las razones de su insólita decisión de trasladar a los españoles sus dudas existenciales sobre su futuro personal y político.
La campaña de descrédito contra la buena imagen y el honor del presidente del gobierno se ha desatado, de una forma virulenta, estos últimos días y semanas. Parece que se quiere lograr mediante descalificaciones el acoso y derribo de Pedro Sánchez. Según distintos medios de comunicación el inicio de una investigación judicial contra la esposa de Sánchez es un disparate, ya que no existen indicios suficientes para la misma.
Recuerdo con nostalgia la época en la que uno terminaba sus estudios universitarios y metía de lleno la cabeza en el mundo laboral. Ya no había marchas atrás. Se terminaron para siempre esos años de universitario, nunca más ya repetibles. Las conversaciones sobre cultura, sobre política, sobre música. Los exámenes, los espacios de relajamiento en la pradera de césped recién cortado que rodeaba la Facultad, los vinos en Argüelles, las copas en Malasaña...
Este es el truco, ardid y añagaza de la que se valen algunos niños caprichosos, cuando no consiguen lo que quieren. Ante esta amenaza, que solo es un farol, los familiares, abuelos, padres y algún que otro pariente, muerden el anzuelo aun sabiéndolo, y corren solícitos, obsequiosos y, apresuradamente le proporcionan al niño lo que desea.
Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.
Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.
Ayer Sánchez publicó en X, antes Twitter, una "carta a la ciudadanía" en la que amaga con dimitir este próximo lunes. Me mojo y te cuento al final del artículo qué nos va a decir y cuál es la nueva estrategia (más bien trama) que prepara el presidente.
Es inadmisible que se admita una denuncia basada en recortes de prensa. Aunque hemos sufrido hechos similares contra el jefe del Gobierno portugués y en España contra Mónica Oltra, presidenta de la comunidad valenciana. El objetivo ha sido y es derribar gobiernos legítimos y progresistas. Como diría Leonard Cohen "hay una ley, hay un brazo de la ley, y hay una mano del brazo de la ley".
He mostrado públicamente mis diferencias con algunas medidas que ha tomado el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y con su política de alianzas en los últimos tiempos. Lo hice por convicción y lealtad y por esas mismas razones quiero expresarle ahora mi completo apoyo, mi solidaridad, mi afecto y mi agradecimiento.
El próximo lunes, 29 de abril, España se sitúa ante un momento decisivo: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará si opta o no por continuar al frente del Ejecutivo. Más allá de las repercusiones inmediatas que su decisión pueda tener, este anuncio sirve como catalizador para una discusión más amplia sobre dos pilares fundamentales en la política actual: el proceso de transición de poder y el papel de la comunicación política en la era digital.
En la política, en la española en especial, existe un defecto o enfermedad congénita, conocida con el nombre científico de incapacidad de dimitir. Lo más grave de esa situación es que dicha enfermedad es conocida por todos antes de tomar la decisión de dedicarse a la política y comenzar a ser político.
Cuando, en silencio, la muerte nos rodea en su silencio lleno de mensajes, los hombres de verdad, agachan la cabeza y, dándose cuenta de lo que son, apartan las medallas, retrocediendo para que otros intenten lo que ellos no han conseguido: la justicia.
El pasado 7 de noviembre una operación judicial contra la corrupción provocó la caída del Gobierno socialista portugués. La Fiscalía llevaba a cabo 40 registros policiales, incluida la residencia del primer ministro. Sin la menor dilación ni duda, António Costa dimite de forma inmediata después de que la Fiscalía haga público que será investigado por supuesta corrupción.
En esta España nuestra, cada día nos estamos acostumbrando a amanecer con sobresaltos, ya sea de orden económico, político o social en sus diversas manifestaciones. Cuando todavía no habíamos digerido las regañinas, los consejos y los reproches del profesor Tamames al presidente de gobierno y a todos los parlamentarios, durante la parodia de moción de censura que protagonizaron sus señorías, la Directora de la Guardia Civil anunció sorpresivamente su dimisión.
Ya nos enseñaron, cuando pequeños, las palabras griegas que se emplean para los múltiplos: Deca, diez, hecto, cien, kilo, mil y miria, diez mil, o muy numerosos. De manera tal que la entomología, ciencia que estudia a los insectos, a los artrópodos con muchas patas los denominan miriápodos. El PSOE, el partido de los cien años de honradez (Felipe González dixit), resulta que es un miriápodo, cuyas muchas patas están formadas por corrupciones.
Cuando Dina Boluarte juró como presidenta, ella dijo que su mandato iba a durar hasta el 28 de julio del 2026. Luego, este fue recortado al 2024 y ahora, en su último mensaje, demanda que ella se vaya al final del 2023. De los casi 44 meses que inicialmente demandó cumplir, ahora pide que solo le dejen gobernar once más.
Este jueves 19 de enero, mientras en Nueva Zelanda la mujer más popular que haya gobernado en Oceanía decidió voluntariamente retirarse de su puesto, en Perú se produce un paro nacional y una toma de Lima buscando sacar de su presidencia a la mujer más impopular de las Américas en haber ocupado tal cargo.
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