Un sistema de Monarquía Parlamentaria o República Parlamentaria que obligue a lo que, de forma concisa y clara ha manifestado el señor Javier Lambán, presidente de Aragón y secretario general del PSOE regional, terminará siempre en un fracaso social y en una realidad disimulada en la que “ordenan e imponen” los poderosos.
Quiero poner de manifiesto las palabras del señor Lambán, procurando sean lo más exactas posibles, así como ciertos comentarios de la prensa adjuntos a las declaraciones:
El secretario del PSOE de Aragón y Senador, Javier Lambán, ha decidido no participar en la votación sobre la Ley de Amnistía en la Cámara Alta porque, de votar a favor de esta norma, “Entraría "en una contradicción flagrante" en sus convicciones éticas y políticas y porque está "convencido" de que "no le prestaría ningún servicio" ni al país ni al partido.”
“Lambán rechaza votar la ley de amnistía para no incurrir en "una insoportable deslealtad" consigo mismo.”
El señor Lambán también expresa con dignidad personal que pertenece a un Partido “donde hay libertad de expresión pero que hay que ejercerla con inteligencia para que sea compatible con la lealtad y la colaboración".
La pregunta que cualquier ciudadano se hace ante esta situación es muy sencilla: ¿De todo el conjunto de Diputados y Senadores del PSOE, solamente UNO se atreve a poner encima de la mesa las CARTAS CLARAS, en base a los fundamentos de su Partido y al interés general de la sociedad?
La respuesta la da, indirectamente, el señor Lambán: La libertad de expresión debe ejercerse con inteligencia y lealtad y colaboración con el partido y (añado yo), sobre todo a la SOCIEDAD.
La Amnistía que limpia bajo promesa de respetar la Constitución, PUEDE ENTENDERSE, la que se lleva a cabo con la AMENAZA DE REPETIR LOS MISMOS DELITOS QUE SE PERDONAN es INADMISIBLE.
|