| ||||||||||||||||||||||
|
|
Por supuesto que la Iglesia católica es una, santa, católica, apostólica y romana, imposible de destruir, pero llevamos ya demasiado tiempo preocupados y dolidos, porque en muchos lugares la Iglesia se ha mundanizado, se ha desacralizado, sobre todo la divina eucaristía vida de la iglesia; un detalle que me entristece y me duele, el mes de junio en el cual se dedica especialmente al culto del Sagrado Corazón de Jesús, no he oído ni una canción dedicada a él.
Que en un convento de monjas de clausura, que no es un “club de alterne”, se produzca una resolución de abandonar la Iglesia católica, es una situación de extrema gravedad. Algo va mal. Yo no lo puedo arreglar, pero Cristo sufrió, murió y resucito para librarnos del pecado y de la muerte eterna. No se puede hacer una religión de saldo, “azucarada” porque no atrae a nadie y muchos se marchan.
El bipartidismo se pelea, se insulta, se hace la cama mutuamente, se tira los trastos a la cabeza, pero siempre llegan a consensos que la mayoría ciudadanos de a pie ya no nos creemos, son falsos consensos. El bipartidismo ha logrado crear ciudadanos de primera y de segunda categoría en función de su lugar de nacimiento.
Nos acercamos a nueve meses de la guerra de Gaza, tiempo que demora a una madre alumbrar. Sin embargo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu no ha procreado ninguna de las criaturas que prometió: eliminar al Hamás y liberar militarmente a los rehenes hebreos. En vez de ello, la resistencia armada anti-israelí se fortalece y la guerra se intensifica en otros 2 frentes: el de Cisjordania (al centro) y el de Líbano (al norte).
Según Nietzsche, la responsabilidad es fundamental en nuestras decisiones libres, ya que lo que sucede es por nuestras decisiones. Se trata de asumir las consecuencias de nuestras acciones, en todo momento. Lo que plantea también la obligación de responder de ellas, como corresponda.
|