Sólo hay que haber echado un vistazo a los griegos para percatarse que nada hay más atractivo que una buena tragedia. Si además ésta se acompaña de poder, sexo, dinero, y drogas, entonces descubrimos una historia fascinante como la que nos relata Luis Valdemoro.
Esta gran obra se levanta en la historia, en la historia de Luis Valdemoro relatada en primera persona y que encarna una historia más propia del sueño americano, pero que se dio en la castiza y soleada tierra de España.
El problema del triunfo reside en que cuanto más alto llegas, más dura es la caída.
Esta obra es el retrato definitivo no sólo de una persona, sino de un sistema enfermo que se resiste a morir y que en ese camino sigue arrastrando a todos aquellos que se rebelan.
No sólo en América se da el sueño americano, y aunque lejos del glamour americano, España también tiene sus propias historias que se conocen cuando las luces de neón se han apagado, cuando el esplendor del pasado ha dado paso a la desesperación y la miseria.
Luis Valdemoro, en un primer momento abatido, pero teniendo la certeza de su resurgimiento, e insomne en la soledad de su despacho, escribiendo unas notas que nadie había leído y que fueron el fundamento de esta gran historia, una de las mejores que he leído hasta ahora.
Su estilo como biógrafo me recuerda mucho a Stefan Zweig, el sin duda mejor biógrafo del siglo XX y uno de los escritores más brillantes del siglo, pues combina a la perfección el rigor histórico con una prosa vibrante y cautivadora sazonada con mucho humor.
Además de ser un libro imprescindible, es un trabajo magnífico en que humaniza ese mundo oscuro que se esconde tras el éxito y el triunfo, y con esta obra ensalza el sentido de la justicia, la moralidad y la libertad desde la genialidad y su capacidad creativa.
Una historia real de un niño que con 12 años tenía la capacidad de llenar el estadio de fútbol del colegio y que su magia se terminó cuando lo fichó el Atlético de Madrid.
La historia de un destacado empresario que logró levantar un emporio económico con más de dos mil trabajadores y que en su camino se cruzó con delincuentes, estafadores y otras especies no menos peligrosas que el sistema de alguna forma protegía porque le interesaba para que funcionase.
Él decidió desafiar a ese sistema y terminó con su caída. El erotismo es uno de los ingredientes importantes de la misma y no pasa inadvertido para el cautivado lector; al menos hablo desde mi experiencia.
A pesar de su caída, desde México se reconstruye.
Escribe su biografía y lo que, en un principio, iba a ser una autobiografía, especialmente interesante, esa obra evoluciona y se transforma en un libro eficaz de autoayuda en el que su biografía se diluye y casi pasa de puntillas, convirtiéndose en una historia de superación real y ejemplarizante que se sustenta sobre la realidad.
No sólo es un libro eficaz de autosuperación, sino que además sirve para aportar luz a muchos hechos históricos realmente interesantes e instructivos para un lector curioso.
Esta obra, en definitiva, se convierte de ese relato que una persona compra por darse un capricho a ser un libro imprescindible, pues pocas obras de la literatura reúnen tanta sabiduría, inteligencia e historia como la obra de Luis Valdemoro.
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