Parto de la tesis que los libros de arte o artista género creado en el siglo veinte, tiene precedentes claros y evidentes en muchos Libros de Horas, Beatos, Biblias medievales.
La fundamentación de este concepto es que eran libros, que tenían una doble dimensión o vertiente, por un lado, disponían de un texto escrito con escritura, el lenguaje escrito en su lengua, pero algunos de ellos, disponían de una cantidad de ilustraciones, dibujos, miniaturas, pinturas, miniados que se indicaba que era tan importante el texto escrito como el texto de imágenes. Ambos se completaban y complementaban. Los Beatos, algunos Libros de Horas medievales, algunas Biblias y algunos textos realizados en tiempos medievales, cuándo no existía la imprenta de tipos móviles, realizados en todas las culturas y lenguas son verdaderas obras de arte, equiparables a los murales pintados o las pinturas sobre tabla de su siglo…
Entiendo y comprendo que este concepto o idea o sugerencia no guste, a los puristas del concepto de libro-arte o libro-artista como una invención de finales del XIX y del XX, pero creo que esta es la realidad. No solo en la realidad material de los que se han conservado, sino en la idea con qué se hacían. En los escriptorium medievales monacales, existían personas especializadas en miniar o ilustrar o pintar los libros. No todos los códices se les ponían una cantidad suficiente de dibujos, pero si algunos, la Biblia de San Luis que está en la Catedral de Toledo, es un ejemplo ejemplar de ello…
En mis papeles dispongo de algunos títulos de Libros de Horas, porque pensaba para cada uno hacer un artículo o una columna, alguno hice hace unos años, pero he ido dejando, y, digamos que no encuentro el momento o la mirada o la perspectiva de dedicar varios artículos periodísticos a varios de estos Libros de Horas, por lo tanto, he llegado a la conclusión de hacer uno, y nombrar a algunos de ellos.
El Libro de Horas es y era un libro dónde vienen los rezos por horas, es decir Maitines, Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas, etc. El día y las horas se dividían y dividen en horas, y, cada ciertas horas se hacen/hacían una serie de rezos. Realidad que sigue haciéndose en los monasterios católicos del mundo, o, incluso en los conventos según orden religiosa, y, también cada presbítero o sacerdote, también los laicos... Es un constante deseo de estar adorando, alabando y pidiendo y rezando al Dios Eterno –realidad cultural y religiosa que debe usted saber, sea usted agnóstico o ateo o creyente en la religión que sea…-.
Entre otros libros de Horas estarían: Libros de horas de Felipe III de Aragón, Libro de Horas de Carlos V, Libro de horas de los Escolapios, Libros de Horas de Catalina de Cleves, Libro de Horas de Carlos VIII de Francia, Libro de Horas de Juana d´Eureux, Libro de Horas del Duque de Berry, Libro de Horas de Isabel la Católica, Libro de Horas de Juana de Castilla, etc. Hay que indicar que algunos libros de horas eran escritos a mano, y, después iluminados, y, otros eran realizados a imprenta y después iluminados a mano o con grabados…
No hace tanto tiempo, no hace tantas generaciones, no hace tantas décadas que cualquier persona en Europa, conocía multitud de historias y leyendas y palabras y frases e ideas e imágenes de santos y santas. Conocían palabras, conocían remedios o semiremedios, conocían cada santo o cada santa para que mal nos podría curar o al menos aliviar, sin olvidar la medicina de cada época o cada tiempo.
Pero debemos reconocer que desde hace unas décadas, posiblemente, pongamos por caso después de la Segunda Guerra Mundial, se ha producido un caso enorme de secularización y secularismo, las nuevas generaciones, sean religiosas o sean menos, disponen de poca cultura religiosa. Sé por experiencia propia que en una clase de treinta alumnos, una vez, alguien preguntó quién era Noé, en una cuestión de filosofía, y, nadie sabía quién era ese personaje bíblico. Personaje sobre el que han realizado varias películas, algunas modernas…
Por lo cual, el sentimiento y afectos y conocimientos religiosos se ha deteriorado y debilitado. Y, como en la vida todo es paradójicos, por un lado ha disminuido el amor y la filiación real o sentimental o conceptual al hecho de las grandes religiones de Europa, que es la variedad de cristianismo, y, por otro lado, paradoja de paradojas, un número no despreciable de personas se han inscrito, en mayor o menor medida en supersticiones sin sentido, en grupos sectarios y sectas de todas las clases y de todas las maneras y de todas las formas y de todos los sentidos. Evidentemente, no toda la población, pero si un tanto por ciento de personas, que no es despreciable…
Los libros de horas han sido y son una especie de canto y de rezo y de alabanza y adoración al Ser Supremo, y, por otro lado, los Libros de Horas reales e históricos, realizados en imprenta o escritos a mano, que se han conservado, algunos de ellos son verdaderas obras de arte, que tienen el mismo grado de calidad y cualificación y valores estéticos, como las pinturas de sus misma época.
Por eso pienso y opino, que todos aquellos que intentan incentivar y que se valore el moderno género del libro de arte-artista, tengan en cuenta, que existen precedentes y precursores, entre otros los Libros de Horas, algunos Beatos de Liébana, algunas Biblias y otros libros…
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