Cada año, tras los excesos en la alimentación que se produce con las vacaciones de verano, prolifera la presencia de dietas milagro sobre todo en las redes sociales y en internet. La obesidad se trata de uno de los principales problemas de nuestra sociedad que afecta no sólo a nivel estético sino también en la salud en general al presentar quien la padece un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, hipertensión, etc.
En nuestra sociedad está muy presente cierta obsesión por adelgazar y esto nos puede llevar a cometer errores al seguir la proliferación de dietas y remedios para adelgazar y que pueden provocar problemas adicionales a nuestra salud.
En enero suelen surgir las llamadas “dietas milagro” que son aquellas que se caracterizan por señalar que tienen resultados rápidos, careciendo de evidencia científica y prometiendo pérdidas de peso inmediatas y sin esfuerzo.
En la mayoría de estas dietas el peso perdido corresponde sobre todo a agua y la reducción de grasa corporal se acompaña muchas veces de pérdidas de masa muscular. Y es que este tipo de dietas promueven una alimentación desequilibrada al excluir o reducir la ingesta de algunos alimentos o grupos de alimentos.
Por otra parte, suelen estar prescritas por personas ajenas a la nutrición y algunas incitan a comprar alimentos específicos de quien promueve la dieta, los cuales tienen un coste elevado para el bolsillo de los consumidores.
Por ello, la Asociación Española de Consumidores recomienda que exista un tratamiento asesorado por un dietista-nutricionista debidamente acreditado que nos ofrezca recomendaciones para adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, variada y moderada, sostenible, sustentable y que hace posible el mantenimiento de un óptimo estado de salud.
Finalmente, solicitan que las Administraciones Públicas con competencia en la materia realicen actuaciones para evitar esta proliferación de “dietas milagro” y se tomen las medidas oportunas para garantizar la salud de los ciudadanos evitando este tipo de graves riesgos. Son múltiples los casos de intrusismo profesional que se están produciendo con una total inactividad de las Administraciones Públicas ante estos casos que pueden perjudicar gravemente la salud de los consumidores.
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