Ya llegó por fin a los cines la esperada segunda parte de uno de los clásicos del cine de los ochenta, de manos del universo gótico y oscuro de Tim Burton.
La historia se centra esta vez en el trío formado por Delia (Catherine Ohara), Lidia Meetz y su hija Astrid (Winona Ryder y Jenna Ortega) que se consolida como la nueva musa del director con permiso de Winona. Esta nueva entrega retoma el icónico personaje interpretado por Michael Keaton, quien vuelve a dar vida al travieso bio-exorcista, acompañado de Winona Ryder como Lydia Deetz y nuevos talentos como Jenna Ortega y Willem Dafoe.
Argumento
Lidia y Delia se reúnen con motivo del fallecimiento del patriarca, Charles y deciden honrarle, ocasión en la que el novio de Lydia, un personaje excéntrico (Justin Theraux) el pide matrimonio y que se celebre en la noche de Halloween. Mientras la pequeña de la familia se siente aislada y triste por no poder comunicarse con su padre fallecido le recrimina a su madre que sea una farsante médium aprovechada de los inocentes que se creen su relato.
Pero todo cambia cuando aparece Bitelchús de nuevo en sus vidas que a su vez es perseguido por su primera mujer, una roba- almas que lo llevó al inframundo y reclama su lugar como legítima esposa del demonio más sarcástico.
La nueva musa de Burton
Toma el relevo Jenna Ortega (Wednesday o Merlina en Latinoamerica) en esta segunda y esperada entrega por los fans de la primera (entre los que me incluyo) en esta sátira comedia gótica llena de homenajes del propio director a todo su recorrido, desde la original, pasando por la propia Miércoles, serie creada por Burton, la Familia Addams, Stranger Things, y muchos títulos conocidos de este genio del terror fantástico.
Vuelve el rey del cine gótico
Tim Burton ha creado un universo único con un sello indiscutible a nivel estético. Es el rey de la fantasía oscura recurriendo a lo picaresco y al surrealismo alemán con puertas y pasillos torcidos que ya mostró en su otro hito del cine, Pesadilla antes de navidad, haciendo uso de muñecos y efectos especiales brillantes, maquetas y maquillaje, consiguiendo que el público se rinda ante él. Es de los pocos directores que mantienen su identidad y no cae ante la tecnología informática.
Bitelchús es todo lo que necesitamos
A nivel visual, la película mantiene la estética característica de Burton, utilizando efectos prácticos, stop-motion, y decorados que juegan con lo excéntrico y lo macabro. Esto le da una sensación de nostalgia que encaja con el tono de la original, aunque a veces cae en el exceso de extravagancia. Los efectos especiales, incluidos algunos momentos de CGI intencionalmente cómicos, contribuyen al humor absurdo que define la franquicia.
Lo mejor: el duo Winona – Keaton que funciona de maravilla y tienen una química invencible.
Lo peor: el exceso de subtramas en una película sencilla donde se pierde la increíble Monica Belluci, a la que debería dar más protagonismo.
Es cierto que no tiene el brillo y el equilibrio de la primera, quizás por el tiempo que ha pasado y los problemas que el propio Burton se ha encontrado en el camino para distribuirla, y no será una película que se quedará en la memoria de los fans ni formará parte de colecciones de blockbusters pero es entretenida y sirve para cerrar una saga que era muy esperada.
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