A QUÉ consideramos lenguaje es una buena consideración inicial a la hora de situarnos en el mundo; comprende tanto la emisión de mensajes, como la captación de sus contenidos. Conviene distinguir en primer lugar la emisión de señales espontáneas sin intervención del acto voluntario; una especie de automatismo revelador de múltiples situaciones. Los grados cualitativos ya dependen de las características del agente transmisor, desde los objetos inanimados a las plantas, animales o seres humanos. Su posible captación se relaciona también con los múltiples factores implicados, Como es lógico, las valoraciones se ciñen a la intervención del intelecto humano; con todas las matizaciones que este introduce.
QUÉ nos consideramos como aventajados participantes en ese inmenso intercambio de mensajes con toda clase de matices. Por decirlo en pocas palabras, nos consideramos superiores, por aquello de disponer de la inteligencia y la razón; nos reconocemos como seres hablantes, capaces de considerar las diferencias a la hora de precisar las condiciones y variantes de las transmisiones. Esa supuesta superioridad no ratifica un empleo adecuado de los recursos disponibles, ni para lo bueno ni para lo indeseable. Lamentamos con excesiva frecuencia que no aprovechemos la citada superioridad para comunicarnos mejor con las personas y con el resto del mundo; ese desprecio altanero contribuye al deterioro global.
FUNCIONALMENTE, los mensajes transmitidos de una u otra forma son determinantes para modelar las tareas y sensaciones de la gente participante. Podemos percibirlos como aportaciones para el conocimiento, nos dan información desde los diversos entornos. Comprobamos a diario como unas señales concretas suelen variar el rumbo de nuestras actuaciones. A nivel del entretenimiento liviano surge una amplia gama de gestos, palabras o meras insinuaciones. Cada actuación está totalmente enlazada con una serie de signos transmitidos, con un gran componente de elementos de los cuales no llegamos a conocer todo su alcance; prestarles atención puede contribuir a una mejor elección de lo que emitimos.
Además de los efectos utilitarios de los diversos lenguajes puestos en práctica, a medida que aumenta la complejidad de los seres vivos, contribuyen a la conformación de las mismas estructuras de cada uno de ellos. Cuando de los diferentes cerebros hablamos, la manera de ensamblar las informaciones se adapta a las peculiaridades de cada caso, sean vegetales, animales o esa enorme variedad de intelectos humanos. No se trata de hacer una valoración, sino de algo mucho más importante, tomar conciencia de esa realidad de las CONEXIONES y sabernos involucrados en ellas a todos los efectos. No cabe escaparnos de dichas relaciones; la manera de responder a ese reto demostrará la entidad de cada protagonista.
Aunque todo parece y es muy complicado, al menos podemos tener dos cosas claras; que nunca lograremos entrar en los significados hasta el final y con la misma rotundidad somos capaces de introducir matices propios en esa trama. La atención prestada con las inclinaciones particulares, permite dejar el sello propio, por débil o enérgico que llegue a producirse. Dicho PROTAGONISMO es ineludible. A su vera se modifican las percepciones personales con gran influencia en la psicología de ese individuo, aunque olvidemos esa implicación de los lenguajes en su forja. Como no podía ser de otra forma, de como se comporte uno en esa relación, surgen evidentes repercusiones, con las responsabilidades pertinentes.
Al estilo de los conceptos musicales, entre semejante galimatías de dimes, diretes, gestos, actitudes y expresiones diversas; se impone el requerimiento de una necesaria SINTONÍA para la captación adecuada de cada rasgo. La orquestación es importante para el conjunto de la sociedad en busca de una convivencia aceptable. Sin olvidar la complejidad de un solo individuo, para ensamblar también sus diferentes componentes y cualidades. Por lo tanto, es una labor doble a efectuar entre todos, con el efecto contraproducente de las polarizaciones, que tanto contribuyen a la disgregación. La misma evolución existencial es incesante y exige la adaptación cuidadosa a las novedades de cada situación.
Llevados del impulso propio, tendemos al olvido de los demás componentes, con el consiguiente perjuicio de cara a la comprensión global y el deterioro de los comportamientos. Es importante el recordatorio de esa enorme variedad de factores intervinientes. Podemos decirlo así:
DIVERSIDAD DE LENGUAJES
Hablamos del lenguaje en singular Sin contar con sus numerosas formas Ni con sus variadas estratagemas, Ceñidos al modo particular.
Actitudes las de comunicar, Afines a todos los seres vivos Por vital necesidad y motivos; Trabajos pendientes de organizar.
Señales o peculiares sonidos, Modulan la actividad de las aves Entre los vientos y desde sus nidos.
Se han descrito muchos descubrimientos De las comunicaciones del bosque Cargadas de vegetales alientos.
A la fuerza hemos de acostumbrarnos a las meras aproximaciones, esas que mejor se adapten a las querencias propias y al conjunto de circunstancias del momento. Como desconocemos gran parte de la trama comunicativa, podemos optar por lo mejor y con ello estar provocando otras consecuencias malas. La COHERENCIA aplicada a los lenguajes de una práctica concreta tiene versiones instantáneas válidas sólo para ese momento. Si las consideramos a largo plazo, tienden a ser utópicas ante el inmenso número de posibilidades. En ambos casos se plantea un continuo intento de correlación de ideas, comunicación y decisiones prácticas, como la manera óptima de comportarnos; no tienen cabida las posturas rígidas.
En relación con las proyecciones personales previas y los ambientes de cada momento, no extraña la frecuente sensación de unas transmisiones DESESTRUCTURADAS, debido a que no se pueden atar todos los cabos. La pretensión de tenerlos todos atados, se convierte en la peor deformación. Las dificultades no justifican el empleo desmañado y frívolo de los lenguajes; alertan de las bondades del empleo cuidadoso de los caracteres accesibles. Esas ATENCIONES redundarán en mayores posibilidades de comprendernos en el mundo.
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