Los impactos que provoca una relación tóxica pueden variar según el perfil de una de sus víctimas, incluso porque afectan gran parte de las estructuras emocionales, mentales y físicas. Además de tener la lamentable capacidad de generar discapacidades en muchas de sus víctimas. Estos impactos pueden llegar a escenarios irreversibles si no hay una intervención acogedora, técnica, pragmática y precisa.
Reflexiona: Iniciaste la relación lleno de expectativas o sueños, pero con el tiempo te encontraste perdido en un inquietante laberinto. ¿Cuántas veces te has dado cuenta de que no sabías cómo salir de tu elección? ¿Por qué te resulta más fácil escuchar que decirle no a esta persona en tu relación? Así como la radiación nuclear es peligrosa, una persona tóxica también lo es, también tiene energía, negativa, claro. Por eso, hay relaciones en las que la víctima se siente atrapada, cansada, agotada o agotada todo el tiempo. Y generalmente cuando tienen alguna actividad que hacer en presencia de la persona tóxica, ya sea madre, padre, hermanos, novio, marido, amigos, en fin, personas de su relación, las tareas parecen no tener fin, empiezan y no terminan, comienzan y lo dejan hasta la mitad.
Reflexionar: Hay muchos padres, hermanos, tíos, suegras, suegros, cuñados con un alto nivel de toxicidad continua, sobre todo si la víctima vive en el mismo espacio, es decir, viven en la misma residencia. Dentro de esta situación, aunque la víctima viva en otra casa, observamos que hay muchas familias dentro de las relaciones, a veces porque una de las partes no sabe imponer límites a la familia, ya que son pasivos, pero curiosamente esto mismo La persona es tóxica dentro de la relación. ¿Alguna vez has pasado por esto? ¿Cómo afrontaste todo esto?
En efecto, la toxicidad en las relaciones humanas es una realidad que necesita ser tomada en serio con determinación y compromiso intenso por parte de la víctima con el objetivo de alejarse o mantener distancia. El nivel de afectación sobre la salud emocional es significativo, y no se puede ignorar que las víctimas pueden necesitar apoyo profesional especializado para proponer terapias cualificadas que contribuyan a su calidad de vida.
Reflexiona: Hay relaciones que terminan, llegan a su fin, puedes terminarla en tu cabeza, pero cuidado, porque no sabes si la otra parte también la ha terminado mental y emocionalmente. Levanten la alerta, vivimos en la era de las personas que no aceptan el fin de una relación y se ponen en el camino de la persona para provocar, generar insultos, persecución, acoso, monitorear sus redes sociales para saber si está o no en una relación con alguien.
Siguiendo este razonamiento podemos identificar que existen muchas madres que son altamente tóxicas y que no aceptan que sus hijos se vayan de casa. No pueden aceptar que sus hijos hayan crecido, están experimentando el llamado síndrome del nido vacío, donde sus estructuras emocionales no han madurado para vivir solas con sus maridos o si son viudas no se ven viviendo solas. ¿De cuántos dramas y chantajes emocionales fuiste víctima por parte de tus padres? Las relaciones tóxicas o envenenadas afectan la capacidad de sus víctimas para sentir y pensar, trayendo restricciones a su capacidad incluso para tener una perspectiva de la vida. La víctima intenta concentrar sus esfuerzos en un proyecto de vida, pero no lo consigue. En muchos casos, no pueden reunir fuerzas vitales. Una de las razones por las que muchas personas pierden el brillo en los ojos, las ganas de sonreír, el placer de vivir, derivando en ansiedad, estrés y depresión.
Reflexiona: Si has vivido una situación o relación tóxica dentro o fuera de tu familia o relación, da la alarma, al fin y al cabo no estás en el pensamiento de las personas. Como dice la vieja expresión: el corazón de las personas es tierra sobre la que nadie camina. Entonces, hazte preguntas todo el tiempo:
- ¿Por qué me permito permanecer en esta relación envenenada, tóxica y sucia? - ¿Era este el modelo de relación que siempre soñé para mi vida? - ¿Vivo la calidad de vida que siempre quise? - Abre los ojos a las personas que hacen todo lo posible para complacerte demasiado.
Presta mucha atención a las personas que utilizan palabras y situaciones que te dejan siempre en el mismo lugar, sin salida, todos estos son medios de control. Lo que puede pasar después, la llamada tortura psicológica, ¡estad atentos! Eres el único responsable de tu felicidad.
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