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El diagnóstico de cáncer en un niño representa una de las experiencias más desgarradoras que una familia puede enfrentar. Más allá del impacto físico, las repercusiones emocionales y mentales son profundas, afectando no solo al paciente sino a todos sus seres queridos. El cáncer infantil es la causa del mes de febrero en el Grupo Siglo XXI. En esta ocasión, analizamos cómo el diagnóstico y tratamiento afectan mental y emocionalmente a los niños afectados y a sus familias.
La experiencia emocional que viven muchos padres cuando sus hijos se van del hogar, caracterizada por un sentimiento de duelo o dependencia emocional, se denomina nido vacío. A partir de ahí, podemos presenciar muchos intentos de impedir que estos niños abandonen su hogar.
La autoestima es la valoración que una persona tiene de sí misma, basada en la percepción de su propio valor y capacidades. No se trata de creerse mejor que los demás, sino de reconocer tanto las propias virtudes como las limitaciones. Es un componente esencial del bienestar emocional y de la salud mental, ya que influye en la forma en que nos relacionamos con los demás, en la toma de decisiones y en nuestra motivación para enfrentar retos.
Es común encontrar personas cuya presencia y sonrisa generan en los demás sensaciones de paz y alegría. Este fenómeno puede estar relacionado con las neuronas espejo, un tipo de células cerebrales que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando observamos a alguien más realizarla. Estas neuronas juegan un papel crucial en la empatía, la imitación y el contagio emocional, facilitando la conexión social y el entendimiento mutuo.
En pleno mes del amor, expertos en el cuidado de todo tipo de especies nos recuerdan el impacto tan positivo que generan en la salud emocional y mental de los humanos que conviven con ellos. Su presencia en el hogar ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión y pueden mejorar el aprendizaje y la calidad de vida de las personas con autismo, discapacidad intelectuales o ceguera.
En cualquier relación de pareja, la intimidad es la base sobre la que se construye la conexión emocional y física. Es algo que va mucho más allá del sexo: son los cuidados y pequeños gestos del día a día. El distanciamiento emocional en el dormitorio puede ser el preludio de una desconexión física y, en última instancia, de un deterioro de la relación.
En el vertiginoso mundo actual, encontrar tiempo para conectar con uno mismo puede parecer un lujo. Sin embargo, existe una práctica simple y accesible que muchas personas con alta inteligencia emocional incorporan en su día a día: el 'puttering'. El término describe una actividad que todos hemos experimentado en algún momento, especialmente en esos días en que dejamos que nuestra mente y cuerpo fluyan sin un propósito rígido.
El lenguaje corporal es la mayor tarjeta de presentación del ser humano, al fin y al cabo, el cuerpo habla. En primer lugar, es hacia este conjunto de gestos hacia donde la gente dirige su atención. En segundo lugar, presta atención a la voz y en tercer lugar, al contenido. ¿Transmite lo que quiere? ¿Tiene alguna idea del impacto de la comunicación que transmite en sus relaciones interpersonales? ¿Puede el lenguaje corporal transmitir toxicidad?
Basado en las microexpresiones faciales, sin que digas una sola palabra, está claro que la mirada lleva diferentes firmas emocionales. Las arrugas de expresión transmiten mucho más de lo que imaginas y la mayoría de las veces, quienes conviven contigo suelen decir que te conocen.
Durante la infancia, la música juega un papel crucial en el desarrollo cognitivo y emocional. Los estudios han demostrado que los bebés son sensibles a los ritmos y tonos desde su nacimiento e incluso antes, canciones de cuna y melodías suaves no solo calman, sino que también estimulan el desarrollo del cerebro, ayudando a mejorar habilidades como la memoria, la atención y el lenguaje.
En la vida nos van sucediendo muchísimas cosas, algunas de las cuales podremos superar solos y otras, por el contrario, necesitaremos la ayuda de los más cercanos. No se trata de que seamos más débiles sino que, según las circunstancias, a veces, necesitamos cierto apoyo para superar determinadas cuestiones.
Año nuevo, vida nueva. O eso dicen. Porque, en realidad, del 31 de diciembre al 1 de enero de cualquier año van segundos. ¿Se puede cambiar la vida en ese pequeño intervalo? La respuesta es sí, siempre que venga de la mano de un golpe de suerte. Otra posibilidad, explican los profesionales de la psicología, es que seamos nosotros mismos quienes vengamos trabajando ese cambio, y lo hagamos tras el periodo necesario de reflexión. Y, sobre todo, con la motivación necesaria.
Siempre que vemos a alguien agobiado, pretendemos dar con la palabra precisa que le haga sentir bien, una especie de “abracadabra” que espante todos sus males, errando por completo la estrategia porque, si bien el lenguaje es el arma más poderosa que tenemos, en ocasiones es su ausencia y nuestra presencia la que proporciona la calma.
Los conflictos no solo son el resultado de desacuerdos o intereses opuestos, sino que también están profundamente influenciados por factores emocionales, cognitivos y comportamentales. Entre estos, las emociones juegan un papel central, moldeando cómo percibimos, interpretamos y respondemos a las situaciones de tensión. Comprender este núcleo emocional es crucial para manejar conflictos de manera efectiva y promover su transformación.
Un mes después de la DANA que arrasó buena parte de la provincia de Valencia, un total de 120 niños y niñas del colegio Orba de Alfafar, uno de los 12 que han quedado completamente destruidos, y del colegio Castellar l’Oliveral, que acoge alumnado desplazado, participan gratuitamente en campamentos de Educo. Unos 50 niños y niñas ya han participado de esta actividad y la semana que viene lo harán el resto.
Quedan escasos días para que finalice este año y, con ello, toda una serie de acontecimientos que nos han sucedido a cada uno de nosotros. Para algunos, cosas buenas que desearán que se sigan repitiendo en el que viene, y para otros no tan buenas y rezarán para que todo pueda cambiar e ir a mejor. Todo depende de la valoración que hagamos, de las experiencias vividas y de la actitud con la que nos tomemos todo aquello que nos va pasando.
Eres una persona que tiene casa, comida, ropa bonita, zapatos bonitos, gimnasio, vehículo, tiene espacio para el ocio, sale con amigos, tiene trabajo o ingresos económicos, pero es infeliz, está agotado y no tiene ganas. para ir más allá. Hay muchas personas que darían su vida en diferentes sacrificios, solo por tener esta realidad que vives, pero ¿por qué tanta infelicidad? ¿Por qué no puedes hacerlo bien o ser feliz en las relaciones románticas que eliges?
Rabia, impotencia, indignación, tristeza, pena, frustración, culpa, orgullo, solidaridad, responsabilidad. Todas estas emociones se han desatado ante la tragedia de Valencia entre las víctimas, sus vecinos y entre los millones de personas que han contemplado el desastre a través de los medios y las redes sociales. Es una carga emocional extraordinaria que será necesario ir gestionando de manera individual y colectiva en los próximos meses.
Los menores expuestos a desastres naturales, como la DANA que ha azotado la provincia de Valencia, pueden desarrollar síntomas de estrés, ansiedad y, en algunos casos, trastorno por estrés postraumático. El ambiente de inseguridad, la incertidumbre que genera la posibilidad de nuevas lluvias y la pérdida de la rutina diaria, afecta especialmente a los más pequeños, quienes aún no tienen las herramientas emocionales necesarias para afrontar eventos de este tipo.
Son muchos los días en los que nos levantamos con, lo que se suele decir, el pie torcido. Podemos mostrarnos enfadados, irritables o demasiado sensibles, y es que los seres humanos no somos tan estables como quisiéramos. Por lo general, existen factores que hacen que nos comportemos de un modo u otro o que, simplemente, un día, cuando nos despertemos, nos sintamos más decaídos con respecto a horas atrás. Todo influye, queramos o no.
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